Tiagos, a tope con el churrasco

Juan María Capeáns Garrido
juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

CEDIDA

Compostela estrena el primer restaurante centrado en exclusiva en esa carne y que nace con vocación de extenderse a otras ciudades gallegas

22 nov 2021 . Actualizado a las 23:32 h.

Si triunfa y su éxito trasciende, los inicios de Tiagos se estudiarán como caso peculiar en los posgrados de mercadotecnia. Antes de ser un restaurante, el nuevo local ubicado en Meixonfrío fue concebido como una cadena en la que Compostela era el primer eslabón que estaba cerca de abrir sus puertas por primera vez cuando nos mandaron a todos para casa. Sus promotores tuvieron paciencia y decidieron inaugurar a mediados de octubre, cuando cesaron las restricciones, que han sido muy complicadas para los negocios consolidados y que podrían ser letales para un proyecto incipiente que siempre necesita un tirón potente de inicio. Y más cuando se trata de una propuesta singular pero con alguna limitación: churrasco y nada más. El menú es único y a precio cerrado, y funciona como el refrán de las lentejas, o lo comes o lo dejas.

En el último mes ya han pasado unos cientos de clientes por un local, en el que hay contratadas veinte personas y que ha sido decorado por el estudio santiagués Treintaiuno, de Rafa Espiña, que le ha dado un toque industrial matizado por la calidez de las maderas y los grandes ventanales. Son doscientas plazas repartidas en dos plantas que incluyen una zona de juegos para niños, un tamaño que les permite abrir y pelear cada día sin facilitar un teléfono de referencia, porque no hay posibilidad de reservar. Desde la gerencia hay confianza en la capacidad y en una rápida rotación de la clientela favorecida por un sistema que lo apuesta todo al rojo de las brasas, por lo que toda la visita resulta bastante dinámica, si se quiere, claro. Tiene horario de comidas y cenas, que es más amplio durante los fines de semana.

Su ubicación es comprometida, pero pensada. Está en un lugar dominado por los coches, la rotonda de Meixonfrío, un barrio tranquilo con pocas alternativas hosteleras pero muy bien comunicado con la ciudad, de camino al polígono del Tambre y con la avenida de Asturias enfrente, conectando directamente con Costa Vella. La clave es contar con un buen aparcamiento, y Tiagos lo tiene, compartido con un supermercado que ocupa el bajo del edificio. Esa es la idea que, si todo va bien, se quiere trasladar poco a poco a otros lugares, empezando por las principales ciudades gallegas: un local amplio junto a una buena vía de comunicación, incluyendo un carril específico para recoger pedidos. Una actualización de lo que llevamos viendo durante décadas cada domingo en cualquier carretera gallega: coches alrededor de una churrasquería.