La gasolinera del Hórreo recibió el permiso en diciembre de 1960; hoy, con 12 estaciones más, se adentra en el sector hostelero con comida para llevar
27 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La singular estructura de la estación de servicio Galuresa cumple sesenta años. El 22 de diciembre de 1960 está sellada el acta de comprobación oficial de unas instalaciones que originalmente tenían su domicilio en la rúa Casa Vella, «en el enlace de la carretera de Ourense con la circunvalación de Santiago». El documento y la dirección son el mejor testimonio de que aquel cruce de caminos junto a la estación de tren era un espacio aislado y prácticamente sin edificios alrededor que el desarrollismo urbanístico de las tres décadas posteriores se encargó de engullir.
El proyecto se ajustó con bastante rigor al primer boceto que la sociedad fundada y presidida por Manuel Martínez Antelo -fallecido en julio del año pasado- presentó ante las autoridades en 1959. Santiago no era, ni es, un polo industrial de referencia, y nada hacía intuir que la gasolinera, por ambiciosa que fuera arquitectónicamente y en número de surtidores, se fuera a convertir en la tercera empresa de la ciudad. Actualmente solo Finsa, que llegó a Compostela a finales de los 60 y con la que la propiedad mantiene lazos familiares, y Televés, que se fundó en 1958, superan en facturación a Galuresa (61,4 millones en el 2018), un montante alimentado por las doce estaciones de servicio que fueron abriendo a lo largo de su trayectoria por toda la provincia, siete de ellas en Santiago.
Un atasco con nombre propio
El nombre de la sociedad trascendió a su propio origen (Gasolinas-Lubrificanes-Repuestos SA) cuando empezó a identificar a toda una zona que se hizo popular durante años por los habituales colapsos de tráfico -el atasco de Galuresa- que solo resolvió con la construcción del túnel subterráneo del Hórreo. En los 90, cuando se planificó el periférico, el edificio peligró, pero finalmente se salvó de la piqueta al hacerse un retranqueo que garantizó la fluidez con Romero Donallo.
La sociedad, centrada prácticamente en exclusiva durante medio siglo en los carburantes -de la mano de Repsol-, ha diversificado su actividad en los últimos tiempos tras el acuerdo alcanzado con Gadisa para la apertura de establecimientos Claudio Express dentro de sus instalaciones. Ya bajo la presidencia de Dolores Martínez, la hija del fundador, Galuresa ha dado nuevos pasos hacia sectores complementarios, y tras la apertura del restaurante en la estación del polígono del Tambre se ha animado a distribuir la comida de Food Tambre establecimientos del grupo, bajo la dirección del jefe de cocina José Manuel Andrade.