AP-9: así, no

Cristóbal Ramírez

SANTIAGO

10 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En España se ha instalado la falsa creencia de que pagamos muchos impuestos. Y copiando a Italia, creemos que cuantos más paguemos, más roban los políticos. Una evidente muestra de incultura. Y además nadie quiere hablar de que nos faltan en torno a los ocho puntos porcentuales para estar como la media de la OCDE. Repito: la media, no con relación a los países nórdicos, por ejemplo, donde la diferencia es mucho mayor.

Así que no soy partidario en absoluto ni de bajar impuestos ni del todo gratis. Creo que hay que subirlos, con lo cual desde luego el dinero de bolsillo para gastos libérrimos será mucho menor (adiós al café de todos los días) y los servicios públicos, mucho mejores: a un hijo mío acaban de fijarle una consulta en Dermatología para el 4 de diciembre.

Pero eso es una cosa y otra el dejar que mexen por un e por riba temos que dicir que chove. Que es lo que me pasa desde hace semanas cuando, procedente del norte, intento pagar en la AP-9, salida Sigüeiro. Todas las semanas, la máquina en cuestión (no hay cobrador) se bloquea intentando saber de dónde procedo antes de decirme qué cantidad pagar: obviamente, es distinta si vengo de A Coruña que de Santiago.

El martes, tras esperar bastantes minutos, apareció, diligente, un empleado, que no estaba ocioso sino atendiendo un caso similar en otra vía. Coches en fila, gente enojada -yo incluido-, empleado que se defiende diciendo que hace lo que puede…

Eso se llama atraco. Un día, pasa. Dos, también. Una o dos veces a la semana y desde hace meses, no. Yo mismo había avisado de la avería. Y claro, no creo que la máquina me tenga rabia a mí: le sucederá a muchos más usuarios.

Y luego suben tarifas. Un auténtico robo.