Demasiado superficial

Serafín Lorenzo A PIE DE OBRA

SANTIAGO

04 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los muchachos encargados de custodiar las votaciones secretas de los Oscar no volverán a pisar la alfombra roja. La auditora para la que trabajan (o trabajaban entonces) purga así el error que eclipsó la ceremonia de los premios. El pasado lunes parecía no existir una noticia más importante en el mundo. Los portadores de los sobres pagarán su descuido con un castigo severo, aunque mucho menor al que hubieran recibido si caen en manos de Warren Beatty. Al parecer, los empleados de la auditora se entretuvieron más en compartir en las redes sociales su noche con las estrellas que en el control de la circulación de los sobres que identificaban a los premiados. Unos tuits inoportunos tuvieron la culpa. La opinión pública fue unánime en un veredicto despiadado.

Aquí, en Santiago, más de 320 peatones han sido atropellados en los últimos seis años. El último caso en la que ya es la ciudad gallega con mayor proporción de viandantes arrollados respecto a su censo tuvo lugar ayer. Los incidentes se multiplican coincidiendo con el auge en el uso de dispositivos que llevan a la distracción del peatón y del automovilista. Esta semana Xurxo Melchor informaba en estas páginas de un sujeto al que cazaron conduciendo mientras veía una película en el móvil, en Virxe da Cerca y en horario de salida de los colegios. El sentido común de velar por nuestras vidas empieza a perder demasiadas batallas frente a la urgencia del whatsapp. Pero en este drama racaneamos en la crítica. Tal vez, porque todos somos culpables. Que nuestros sueños sean felices hasta que todo esto acabe, que diría Richard Ford.