La acusación particular, que ejerce la Iglesia, eleva a 31 los años de prisión que en total solicita para el ladrón confeso del Códice Calixtino, ya que le imputa el agravante de abuso de confianza por haber trabajado en la catedral durante muchos años y haber aprovechado esa relación laboral para apropiarse de manera ilícita de las llaves de la práctica totalidad de las estancias del templo. Libertad de movimientos que estiman fue fundamental para que pudiese llevarse después el libro del archivo. Para la mujer y el hijo del exelectricista solicitan siete años de cárcel para cada uno por delitos de blanqueo de capitales.
La vista, que se celebrará en el salón de bodas de los juzgados de Santiago -la sala más amplia del edificio-, se abrirá el día 1 de diciembre con la declaración de los tres acusados que continuará, de ser necesario, en la segunda jornada del juicio, que se celebrará el 3. Ese día, como el 4 de diciembre, será en el que testifiquen los miembros de la iglesia compostelana. Los días 5, 9 y 10 estarán reservados a los testimonios de policías y otras personas relacionadas con los acusados y algunos testigos, mientras que el día 12 declararán los testigos de la defensa. El 15, 16 y 19 de diciembre llegará el turno de los peritos, entre los que figura el comisario de Santiago, Simón Sabariz Rolán.