Los impagos abocan al cese de la actividad a la cooperativa de Arzúa

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol ARZÚA / LA VOZ

SANTIAGO

El paro en la recogida se hace hoy efectivo tras aprobarse en asamblea

01 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La cooperativa La Arzuana ha cesado su actividad tras haberlo decidido así en asamblea los pocos socios que le quedaban a la sociedad tras un goteo constante de bajas que se precipitó después de que, la semana pasada, la propia dirección no garantizase el pago de los tres meses que de media se le adeuda en el pago de leche a los cooperativistas. La inviabilidad económica de la cooperativa, constituida en 1976, fue, por tanto, lo que motivó el acuerdo asambleario, adoptado en una reunión celebrada anteayer y a la que, en un primer momento, asistieron los 61 ganaderos a los que se les seguía recogiendo producto. Hace tan solo una semana sumaban un centenar.

El presidente de la cooperativa -con una masa social de productores lácteos con explotaciones ubicadas, principalmente, en la comarca de Arzúa- ni confirmó, ni desmintió el cese de la actividad. Eugenio Montero dio, prácticamente, la callada por respuesta: «Non podo contar o que fixemos». Fueron las únicas palabras que pronunció Montero al respecto de una asamblea en la que se abordó la suspensión en la recogida de leche, que se hace efectiva hoy mismo, tal y como confirmaron a La Voz desde una ganadería afectada por los impagos.

La situación de La Arzuana -con una decena de trabajadores, entre los que se encuentran los de la fábrica de quesos con los que se diversificó la actividad bajo el amparo de la Denominación de Orixe Protexida Arzúa-Ulloa- no afecta a la cooperativa Perpetuo Socorro, la sociedad agraria de Arzúa que, también bajo la dirección de Eugenio Montero, tiene en la fabricación de piensos su motor.

El cese de la actividad no ha pillado a nadie por sorpresa en el sector. «Era previsible», afirman fuentes sindicales preguntadas al respecto. Y lo era porque, explican, «coa xente que se lles foi non dan afrontado os pagos». En la «moi complicada» situación en la que se encuentra la cooperativa láctea de Arzúa fue determinante el desenlace que tuvo Alimentos Lácteos, la sociedad actualmente en concurso de acreedores que hace menos de cinco años impulsó La Arzuana con la cooperativa lucense Gancobre, como socios principales, y el respaldo financiero de la Xunta de Galicia para reflotar la planta de envasado de la que había prescindido Lecha Pascual en Outeiro de Rei.

Con una participación cercana al 30 por cien en Alimentos Lácteos, la cooperativa de la comarca arzuana dejó de recibir el pago de unos tres meses de recogida de leche. Entró en la sociedad anónima que formó con Gancobre con unos 250 socios y cuando, en mayo del año pasado, un juzgado de Lugo dictó el auto de declaración de concurso de acreedores, los socios de La Arzuana cayeron a menos de la mitad.

«Non podo contar o que fixemos»

Eugenio Montero