«Fraga aprovechó bien los años»

susana basterrechea REDACCIÓN / LA VOZ

SANTIAGO

18 ene 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

La dilatada carrera política de José Manuel Romay Beccaría (Betanzos, 1934) y la de Manuel Fraga convergieron en varios puntos. Ambos tuvieron cargos con Franco, en Alianza Popular, en el PP y también en la Xunta. Incluso al final, el exministro de Sanidad y expresidente del Consejo de Estado fue quien relevó como senador a un Fraga ya muy mermado. Ayer, en el cementerio de Perbes, Romay fue de los primeros en llegar para dar su adiós a don Manuel.

-¿Era tan fiero el león, el de Vilalba, como lo pintaban?

-Bueno, era un hombre de mucho carácter, lo cual es compatible con una excepcional cordialidad y cortesía. Pero tenía un carácter muy fuerte, sí.

-Usted fue conselleiro de Agricultura y luego de Sanidade con él. Trabajaron siete años codo con codo. ¿Fue fácil?

-Trabajar con él no era nada fácil. Fraga era un hombre muy exigente y trabajador, todo lo quería para ya, por lo que había que hacer un increíble esfuerzo para poder seguir su ritmo, algo que no conseguíamos fácilmente. Al mismo tiempo, tenía la ventaja de todo lo que aprendías de él: su disciplina de trabajo y su humildad, y luego su memoria prodigiosa y sus lecturas incontables.

-Pero alguna vez le caería una bronca de las suyas...

-Hombre, yo tuve la suerte de que por trabajar mucho y no caer en renuncios mantuve con él una relación de amistad muy cordial.

-Alguna anécdota podrá contar de él.

-Fraga era un personaje singular, vivía para el trabajo, su despacho era un trabajo constante, sin la menor concesión a pasar a un tema distendido. Trabajaba desde el primer minuto de la primera hora de la mañana. Verdaderamente era una cosa impresionante.

-¿Qué cree que representaba Galicia para él antes de la llegada de la democracia?

-Fraga siempre fue un gallego muy amante de su tierra y prueba de ello es que nunca dejó de venir aquí [se refiere a Perbes]. Lo que pasa es que era un animal político e hizo política donde pudo. Cuando no pudo ser en Galicia, pues en Madrid, y ahí estuvo. Fraga aprovechó muy bien los años. Hizo muchas cosas.

-¿Lo mejor, en su opinión?

-Su legado es su ejemplo de honestidad indiscutible, de austeridad, de desapego a los bienes materiales. Lo vimos en los últimos años, viviendo en un pisito modesto. Pero Fraga hizo muchas cosas, en España y en Galicia. Fue un ministro de Turismo increíble, su impulso al sector fue determinante. Y aquí contribuyó a la modernización de Galicia, eso es incontestable. Cambió la lucha contra los incendios, y en sanidad, ¿cómo estaban las cosas antes de Fraga?

-¿Cree que debió decir en algún momento que hubiese sido mejor no haber participado en la etapa franquista?

-Él tenía una concepción ética de la política y sentía que debía poner sus capacidades para mejorar la sociedad en la que estaba. Es cierto que colaboró, pero para mejorar la sociedad y luchar por la apertura del régimen. Ahí y después fue un servidor público.

-Fraga se mantuvo activo hasta casi el final. ¿Firmaría usted por lo mismo?

-Estoy a mucha distancia de él, no tanto por los años, que ya voy teniendo algunos, pero mientras pueda ser útil, sí me gustaría serlo.

-¿Pudo hablar con él en los últimos tiempos?

-Sí, hace no mucho. Estuve a punto de ir a verlo en los últimos días y llamé, pero la familia me dijo que tenía catarro y era mejor esperar un poco. Y no dio tiempo.

josé manuel romay beccaría senador y exconselleiro con manuel fraga

«Trabajar con él no era fácil. Era un hombre exigente, todo lo quería para ya»