Urovesa, la firma compostelana que lidera el mercado español de fabricación de vehículos especiales, acaba de entregar a Ghana un pedido de 45 todoterrenos, con lo que ya exporta a 21 países extranjeros. Con esta operación, la empresa gallega afianza su presencia en el continente africano, donde ya ha mantenido relaciones comerciales con los Gobiernos de Marruecos, Túnez, Angola, Camerún y Gabón. El contrato entre Uro y el país africano se firmó a finales del pasado año 2008 para las misiones de paz en las que participa Ghana bajo mandato de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La empresa compostelana figura ahora entre el reducido elenco de compañías gallegas que sortean la crisis económica y mantienen el crecimiento y el empleo gracias al éxito comercial de sus proyectos de investigación y a su expansión exterior.
«Los todoterrenos que hemos vendido al Gobierno de Ghana son muy similares a los que compra el Ministerio de Defensa español», ha explicado a este periódico Justo Sierra, director de márketing de la compañía santiaguesa.
Uro ha encontrado en el extranjero un filón para sus ventas -coloca ya en países foráneos el 60% de su producción- y los Gobiernos de 21 países ya ha confiado en la tecnología que aporta la firma gallega. A comienzos del pasado año la compañía dio a conocer una de sus estrategias para ganar mercado fuera: promover una línea de todoterrenos con volante a la derecha para poder comercializarlo en 55 países, entre los que destacan, entre otros muchos, Bangladés, India, Indonesia, Kenia, Nueva Zelanda, Pakistán, Zimbabue o Australia.
«No debemos olvidar que hay mucho mercado fuera porque un tercio de la población mundial circula por la izquierda», explican en la empresa.
Este proyecto, desarrollado en las instalaciones de Santiago de Compostela, no solo ha supuesto cambiar un volante de sitio. La iniciativa implica un rediseño de muchas zonas del todoterreno porque este cambio ha afectado a los filtros de aire, a los frenos y al sistema de dirección.
Gran parte del éxito cosechado por Uro en los últimos años también obedece a una estrategia de diversificación del negocio: vehículos concebidos inicialmente para usos militares se han adaptado también a funciones civiles (obra pública, trabajos forestales y sanitarios), lo que ha permitido a la empresa ganar nuevos contratos y aumentar así su facturación.