La aldea global nace en parvulitos

SANTIAGO

Los niños de la escuela de Campos, en Teo, están conectados vía satélite con centros de toda España y han sustituido la pizarra por el encerado táctil y los ordenadores

16 oct 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

«¿De onde sodes?», pregunta Brais, uno de los ocho niños de la escuela unitaria de Campos, integrada en el Colexio Rural Agrupado de Teo. Con esta simple pregunta recibe a los periodistas este niño y sus siete compañeros y compañeras de clase. Ellos no lo saben, pero participan en un proyecto educativo que les permite disfrutar de un ordenador para cada uno y un encerado digital y táctil, que provoca que el clásico tablero verde manchado de tiza permanezca olvidado en uno de los patios de su colegio.

A simple vista, la escuela unitaria de Campos es uno de tantos centros educativos. Las niñas llevan el clásico baby de cuadritos en suave color rosa. Los niños lucen el mismo atuendo pero de color azul más intenso. Ellas se sientan, juntas y revueltas, a la izquierda del encerado. Ellos, igualmente inquietos, lo hacen a la derecha. Enfrente se colocan los más peques de esta selecta tribu, un niño y una niña que se entretienen con las tradicionales pinturas de colores sobre los igualmente clásicos cuentos de grandes dibujos.

Los seis alumnos más veteranos están acostumbrados a la presencia mediática, ya que durante el curso pasado fueron los protagonistas de ochenta horas de grabación de un amplio reportaje televisivo sobre el funcionamiento de una escuela rural.

Por eso posar ante el objetivo de una máquina forma parte de su hoja de ruta, al igual que el funcionamiento de su encerado. Con pasmosa naturalidad explican que en su encerado tienen «manos mágicas» que escriben y lo borran todo sin utilizar la tiza, un material nada obsoleto en la práctica totalidad de los colegios, pero que en Campos forma parte del pasado.

Todos se manejan a la perfección con este encerado digital. De hecho, su funcionamiento es prácticamente una nimiedad para estos escolares, que emplean las nuevas tecnologías con más naturalidad que los mayores.

«Nos primeiros cinco minutos das clases son eles os que enchufan a pantalla e os ordenadores», explica Manuel Masaguer, el profesor de esta unitaria que hace cuatro años llegó a Campos y que desde entonces se le metió entre ceja y ceja que las escuelas rurales son un marco ideal para promover iniciativas novedosas como las que se han estado aplicando en los últimos años en las diferentes escuelas de Teo integradas en el Centro Rural Agrupado.

Para conseguir este objetivo, están integrados en la red Nemed, promovida por la Unión Europea mediante el programa Comenius, un proyecto transnacional coordinado desde Grecia y en el que participa, entre otros centros, la Universidad de Barcelona. Esto les permite estar comunicados por satélite con centros de distintos puntos de España, una vía de comunicación que también usan todos los docentes para intercambiar experiencias y actividades educativas.