José Amarelle y María José Barral celebraron sus bodas de plata rodeados de sus familiares; y Antonio Rial e Isabel Lista contrajeron matrimonio ayer en Sar
12 oct 2002 . Actualizado a las 07:00 h.Enlace de postín La Colegiata de Sar vivió ayer un enlace de postín. Isabel Lista García apenas hizo esperar a sus invitados. Minutos después de la una de la tarde, y de blanco riguroso, la novia llegó al templo del brazo de su padre, Tino Lista Cobas , para jurarle amor eterno a Antonio Rial Boubeta , quien, visiblemente emocionado, esperó a su futura esposa ante el altar acompañado de la elegante madrina, Juana Boubeta . Tras la ceremonia, el nuevo matrimonio disfrutó de una agradable jornada en el retaurante del hotel Os Abetos, rodeados de sus familiares y amigos más íntimos. Entre ellos se dejaron ver Santiago Rico , Juan Codesido y los hermanos Antonio , Javier y Manolo García . Bodas de plata Han pasado veinticinco años, pero José Amarelle Danza y María José Barral Babío han demostrado que desde que se dieron el sí quiero un 28 de septiembre en San Roque hasta ahora, lo suyo ha sido un camino de rosas. Del brazo de Jaime Carril y Celia Moure , el matrimonio compostelano volvió a jurarse amor eterno hace unos días, pero en este caso en la Colegiata de Sar y acompañados de sus hijas Mónica y Natalia . Tras la ceremonia religiosa, oficiada por José Porto , la pareja reunió a sus invitados en un restaurante del recinto ferial de Amio. La fiesta se alargó, como hace veinticinco años, hasta la madrugada. Ellas también juegan «A mi mujer le gusta el fútbol». Este lema de un anuncio de televisión podría trasladarse a los maridos de la parroquia de Agrón (Ames), quienes ayer fueron espectadores de lujo de lo que hacían sus respectivas mujeres sobre un campo de fútbol. Se trataba de la tercera edición del partido anual que enfrenta a solteras y casadas de esta parroquia amiense. Si en la pasada edición fueron estas últimas las ganadoras, ayer fueron las más jóvenes, y sin compromiso, capitaneadas por Belén Cao quienes se impusieron (en algunos casos a sus propias madres) en la tanda de penaltis. El partido terminó con empate a dos y había que resolver. Las casadas, con su capitana Raquel Carnota al frente, nada pudieron hacer en las penas máximas para revalidar por segundo año consecutivo el título de campeonas. El año que viene, más.