Marisol Soengas: «Vamos a poder predecir el riesgo de metástasis de un melanoma»

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

CNIO

La directora del programa del melanoma del CNIO recibió el premio que la reconoce como la investigadora más influyente del año en su área

27 oct 2017 . Actualizado a las 15:00 h.

Marisol Soengas (Agolada-Pontevedra, 1968) es la mujer científica más influyente del mundo en la investigación del melanoma. Así ha quedado acreditado con el premio Estela Medrano que le acaba de conceder la Sociedad para la Investigación del Melanoma y que le fue entregado en el congreso mundial de la especialidad que se ha celebrado en Brisbane (Australia). El galardón reconoce la destacada trayectoria de la responsable del grupo de Melanoma en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), que recientemente ha desarrollado un modelo de ratón en el que se ha logrado visualizar por primera vez la metástasis del melanoma antes de que se produzca, lo que abre la puerta para el desarrollo de un diagnóstico muy precoz del tumor de piel más mortífero. Soengas también recibió esta semana los premios Executivas de Galicia y Constantes y Vitales a la investigación biomédica.

-¿Tuvo la oportunidad de presentar su trabajo en el congreso?

-Sí. Fue un acto muy emotivo, porque se concede en honor a una científica muy respetada y querida en el melanoma. Tras recoger el premio te dan la oportunidad de presentar tu trabajo, ante un auditorio de más de 1.500 personas. Es el congreso más importante del mundo de la especialidad.

-¿Y cómo fue acogido?

-Muy bien, la verdad. MetAlert es el primer modelo en ratón que permite anticipar el desarrollo de las metástasis en el melanoma. Nos permite ver cómo se inicia y qué órganos en el cuerpo se están preparando para recibir a las células tumorales antes de que lleguen allí. La peculiaridad que hace que estos ratones sean tan sofisticados es que se iluminan cuando se activan unos procesos de formación de vasos linfáticos que facilitan el proceso de metástasis. Es como si sabes que va haber una fiesta porque se está preparando antes de que llegue el invitado.

-¿Llegará a la clínica?

-La aplicación práctica aún llevará su tiempo. El trabajo parte de un modelo de ratón, pero incluye también la identificación de una serie de proteínas que activan a distancia la metástasis. Además, confirmamos nuestros resultados en biopsias clínicas. Necesitamos todavía más, pero ya estamos trabajando en muestras de más de 400 pacientes.

-¿Entonces, tendremos algún día un método que nos permita predecir el riesgo de metástasis?

-Sí, estoy convencida de que vamos a poder predecir el riesgo de metástasis de un melanoma. Hemos descubierto que cuando la proteína MIDKINE está aumentada los pacientes tienen peor supervivencia. También tenemos datos sobre una mayor resistencia a fármacos en ensayos clínicos, por lo que también esperamos que nuestro trabajo tenga implicaciones en el tratamiento. En particular estamos interesados en conocer qué factores pueden favorecer o inhibir la respuesta a fármacos que están en desarrollo, entre ellos nuestro compuesto BO-110.

-Este compuesto, que crearon hace años a partir de otra investigación, dio lugar a una empresa para su desarrollo. ¿En qué fase se encuentra la investigación?

-Sí, esta compañía (Bioncotech) ha generado un derivado de BO-110, (BO-112), que está siendo analizado en estos momento en pacientes con distintos tipos tumorales en estudios clínicos en fase I. Como científica, es una satisfacción que datos que parten de un laboratorio, de una investigación del CNIO, hayan generado una patente, que esta se haya licenciado a una compañía, y que este haga el desarrollo clínico.

-En el tratamiento del melanoma se ha avanzado mucho, pero cuando ocurre la metástasis sigue siendo temible. ¿Hay esperanza?

-Una de las esperanzas viene de los tratamientos basados en la inmunoterapia, en los que se ha logrado una respuesta positiva en el 60-70 % de los pacientes. Pero no todos los pacientes tienen respuestas completas, y son tratamientos muy costosos con toxicidades secundarias importantes. Se puede dar un mensaje de esperanza, pero no levantar las campanas al vuelo.