¿Información? en vena
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Hoy, la Bonilista cuenta con firma invitada, Carlos Molina, product manager con 15 años de experiencia y una misión: conseguir que nos informemos mejor y sin perder nuestro tiempo
29 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.¿Necesitas visitar varias veces Twitter o la portada de tu periódico de cabecera para saber qué está pasando? Lo que está pasando es… que estás enganchado en vez de estar informado.
¿Recuerdas cómo era la experiencia de los periódicos físicos? Eran un resumen de lo que había pasado en las últimas 24 horas y lo leías para estar al día de lo importante, sus causas y consecuencias. No te importaba estar desactualizado unas horas. Estabas informado.
Ahora estamos actualizados casi en tiempo real, pero sentimos que no nos enteramos de lo que pasa. Recibimos nuevos impactos de información cada segundo y es imposible procesarlos y asimilarlos. La misma sensación que al comer comida rápida: te quita el hambre, pero no te alimenta adecuadamente. Son «noticias fast food».
El modelo de negocio de los medios de comunicación
La mayoría de periódicos digitales, hasta ahora, ganan dinero por publicidad y el contenido se ofrece gratis a los usuarios.
Cuantos más anuncios sirvan, más dinero ingresan. Y solo hay dos maneras de aumentar el número total de anuncios, o pones más anuncios por cada artículo publicado o haces que los usuarios vean más artículos. Esto, llevado al extremo, nos aboca a:
- El clickbait: títulos semi-engañosos para hacerte clicar. Artículos diseñados exclusivamente para atraer tráfico desde redes sociales (o agregadores de contenido),
- Que la calidad no importe, cuantos más artículos mejor. Artículos que podrían resumirse en una frase, pero rellenan 8 párrafos, ya que tienen que posicionar bien en el SEO y debe haber sitio para los anuncios. Con la IA imagínate lo que nos viene...
El reto es cómo conjugar esas noticias de garrafón con el hecho de que cada medio de comunicación debe diferenciarse con una propuesta única, pero ahora, la competencia es global.
Las noticias hiper-locales siguen siendo un potencial nicho para diferenciarte, pero al tocar temas globales o internacionales, solo el idioma te puede mantener libre de competencia de otros países... y cada vez menos. El New York Times o el Washington Post están teniendo un enorme éxito gracias a una tasa de suscriptores extranjeros altísima.
Hackeando el comportamiento del usuario
Nos hemos acostumbrado a que el contenido sea gratis. Pero lo más peligroso es que el periódico digital, como producto, se diseña buscando enganchar en vez de informar. Obviamente, incentivado por el modelo de negocio.
Cada vez que visitas un periódico o un agregador de noticias como Google Discover (o Twitter en su lado de medios) la portada debe ser nueva. Lo que se busca es el golpe de dopamina cuando obtienes una recompensa como un nuevo correo, un like, un comentario en redes sociales o una nueva noticia que leer.
La sensación que se provoca en el usuario es que nunca tiene suficiente contenido o información, que «se está perdiendo algo». De ahí que este formato, cuando estamos enganchados, consiga que nos sintamos «desinformados».
Si te interesa este tema, te recomiendo el libro sobre cómo crear productos que enganchen y —del mismo autor— Indistractable, para aprender a identificar y luchar contra ese tipo de servicios.
Si te reconoces enganchado a estas noticias fast food e inviertes una cantidad considerable de tu tiempo solo para «estar al día», quizás deberías plantearte qué información debes consumir. Nuestro subconsciente, por defecto, intenta solventar los retos con los que has alimentado tu cerebro. Cómo decía Michael Mayer, «no consumas info sobre la que no quieres pensar».
El periódico digital, como producto, se diseña buscando enganchar en vez de informar.
Tendencia tecnológica
Los algoritmos y el A/B testing cada vez se imponen sobre los criterios periodísticos para elegir qué titular engancha más o qué noticia recomendar cuando terminas un artículo. Esta situación genera el controvertido «filtro burbuja».
Pero el problema real son las métricas y los incentivos. Los medios miden las páginas vistas como principal objetivo, ya que es lo único que genera dinero. La satisfacción del usuario no interesa y, por tanto, ni se mide. Solo sabemos si pincha o no en ella y cuánto la comparte.Toda la tecnología y los algoritmos llevan hacia el clickbait y, por eso, inundan su home con nueva «fast food informativa».
En el corto-medio plazo, solo la calidad destacará, porque las noticias mediocres las escribirá la inteligencia artificial. Cuando cualquiera puede crear contenido a escala, con poco o ningún costo, entonces lo único diferencial en el futuro será la calidad.
Pero ¿cómo? Esa es la respuesta que intentan contestar todas las grandes empresas de medios de comunicación. Aún no han dado con la respuesta, pero parece evidente que el medio del futuro debería adaptarse a nuestra situación y comportamiento:
- Entender si tenemos mucha o poca capacidad de atención y adaptar el contenido en consecuencia. Noticias cortas versus reportajes en profundidad. Audio si estamos en el coche versus texto si estamos sentados.
- Aprender qué noticias ya hemos leído —para no mostrarlas de inicio— y cuándo ha sido la última vez que entramos, para resumir lo más importante que ha pasado desde entonces. La home (y el resto de la experiencia) debería ser única para cada uno de nosotros. Debería recomendarnos el siguiente contenido entendiendo lo que nos interesa y buscamos. Entretenernos versus informarnos.
- Y, por supuesto, ofrecer publicidad relevante y de calidad, que aporte valor tanto a los usuarios como a los anunciantes.
El modelo de negocio tiene que cambiar, el lector debe convertirse en el cliente. Ese es el primer paso, pero no el único. Hace un par de años era optimista pensando que el cambio a un modelo de suscripción lo arreglaría todo… pero nada ha cambiado. Solo se ha construido un muro de pago sin aportar mucho más y, claro, se sorprenden de que los resultados no cambien.
¿Necesitan los medios de comunicación nacer con esta nueva filosofía o imposible el cambio? ¿Se necesitan roles híbridos entre periodismo, negocio y tecnología que todavía no existen?
El modelo de «noticias fast food» está agotado. La industria lo sabe. El usuario, cansado de encontrar noticias insulsas, también.
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