Una amplia gama de artículos se ponen al servicio del usuario para remodelar la apariencia y la potencia de la máquina. Los ordenadores también pasan por chapa y pintura y se apuntan a la moda. A este fenómeno, cada vez con más adeptos, se le llama «modding».
14 mar 2005 . Actualizado a las 06:00 h.La relación de los usuarios con su pecé es cada día más estrecha. Las horas que se pasan junto a la máquina se multiplican a medida que se descubren todas sus posibilidades: trabajar, navegar por Internet, jugar, retocar fotos, chatear con los amigos... Por eso, es habitual que ese ordenador se acabe convirtiendo en un «compañero» más y se vaya adaptado (personalizado) a los gustos de cada uno. Se empieza por modificar el escritorio, añadir un fondo de pantalla, cambiar colores y tipos de letra y se termina por el modding... atreverse a tocar las partes «duras», el hardware, para mejorar las prestaciones y la estética. Como pasa siempre, todo es empezar... Orígenes Como tantas otras cosas, el modding nace en Estados Unidos, en las LANpartys donde los usuarios se reúnen en talleres junto a sus equipos para intercambiar programas, jugar en red, aumentar la potencia de su pecé... El aficionado a la informática cuyo ordenador es su hobby quería diferenciarse del resto (de los miles de equipos típicos de color beige) y a la vez mejorar el rendimiento del ordenador. El modding, del inglés modifying ( que la gran mayoría traducen como «maquear el pecé») es un paso más allá del overclocking que consiste en trucar el ordenador para hacer que rinda por encima de sus posibilidades de serie. Al hacer esto, el pecé se calentaba y así se fueron añadiendo más ventiladores o sistemas de refrigeración líquida y se fue valorando el componente estético de estas modificaciones. Hoy, algunos de estos mods son verdaderas obras de arte. En España Para un novato en la materia, se podría decir que el modding es al ordenador lo que el tunning a los coches pero el verdadero modder jamás diría esto. Esta afición consiste en cambiar el ordenador buscando una mejora estética ( iluminación, pintura, etc) o funcional ( menos ruido, más potencia, mejor refrigeración...). No todo el modding se hace para convertir la carcasa del pecé en algo llamativo sino que se puede buscar lo contrario, como armonizar el diseño del ordenador con el resto de la habitación o mejorar su portabilidad montando todos los componentes para que ocupen el menor espacio posible. Esta «cultura» no está muy extendida en España, aunque cada vez cuenta con más aficionados. Las cifras de consumo hablan de unos 10.000 usuarios interesados en el modding. «Maquillar» el ordenador puede costar entre 300 y 3.000 euros, depende de las pretensiones y el bolsillo de cada usuario. Se pueden hacer un sinfín de modificaciones en todas las partes del PC, aunque la gran mayoría empiezan cambiando el color de la caja. Pero ojo, antes es necesario hacer una buena planificación e informarse bien porque arriesgarse puede dejar «frito» el pecé.