Dos locales de Sanxenxo asumen cierres preventivos y se unen a los de Pontevedra y Poio para frenar los contagios
03 sep 2020 . Actualizado a las 09:35 h.No hay sector que se escape a las consecuencias de la pandemia, pero sí que hay uno que está en el punto de mira: la hostelería. Sin embargo, están dando ejemplo al suspender su actividad de forma inmediata cuando detectan un contagio, pero el efecto dominó no ha hecho más que empezar. A los cierres del pasado fin de semana de la Taberna Zentola, que ayer confirmó ya el resultado negativo de las PCR de sus empleados, y el Tinta Negra, en Combarro, se suman el del Albino y La Indiana, en Sanxenxo. Con dos positivos en este último local, su propietario ha decidido echar el cierre hasta que se sepa cuál es el estado de salud del resto del personal. Son cuatro en apenas cinco días. Los cierres se extienden por la comarca a una semana de empezar el colegio. «Nosotros sabemos lo que hacemos, pero no controlamos a nuestros empleados cuando cerramos la puerta», comenta un hostelero de Pontevedra.
El de O Vinquiño es igualmente un cierre preventivo. «Lo importante es la salud, no vale la pena arriesgar por unas perras», comenta su propietario, que ya comunicó a la Xunta la situación y está a la espera de que se le hagan las PCR a la plantilla. «Estamos todos aislados para reducir los riesgos y aunque los trabajadores de La Indiana no estaban en contacto con los del local de Sanxenxo, hemos decidido cerrar los dos hasta conocer los resultados», explica el responsable de ambos locales. Es un restaurante en el que organizan eventos, además de trabajar a la carta, ha tenido mucha actividad este mes. Las restricciones sanitarias le han dejado muchas cancelaciones y aunque «se fue trabajando», cree que cerrar es un golpe «duro» y no te exime de volver a hacerlo si sigue este ritmo de contagios. Hace dos días que los dos trabajadores le comunicaron que eran positivos y puso en marcha el protocolo de prevención. «Asumimos todas las medidas, pero estamos muy expuestos», concluye.
Tomó la decisión rápido para intentar minimizar los riesgos, tal y como hicieron en la Taberna Zentola y el Tinta Negra. Pese a la amenaza que sobrevuela el sector, la Federación Provincial de Hostelería no cree que estos cierres sean prologados, sino «restricciones» para minimizar riesgos antes de tener los resultados de las pruebas.
«Calculamos que se perderá el 24 % de los comercios y bares»
El responsable de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), Eduardo Abad, no era ayer muy positivo con lo que se prevé para el tercer trimestre del año. «Calculamos que el 24 % de los comercio y locales de hostelería desaparecerán». Solo en la provincia de Pontevedra hay cerca de 7.200 locales dedicados a la hostelería y cree que junto al comercio serán los más golpeados.
Pero, ¿qué consecuencias tendrían estos cierres? Abad reconoce que el verdadero problema es que el perfil del autónomo es el de un hombre mayor de 55 años con dificultad para poder recolocarse con facilidad en un nuevo puesto de trabajo. «Buena parte de este colectivo tiene carencias tecnológicas, digitales y de formación», apunta el responsable de los autónomos, que ha pedido que se pongan en marcha las mesas de trabajo interministeriales, donde los autónomos están representados, para poder participar de la toma de decisiones que salven a los trabajadores por cuenta propia.
Solo en Galicia hay 2.419 trabajadores autónomos menos que en agosto del 2019 y 243 respecto al mes de julio.