Una madre expedientada por absentismo escolar por covid: «Me preocupa la falta de empatía, previsión y diálogo que hay en las instituciones»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Graciela Arias, fotografiada este martes en su casa de Pontevedra, valoró la anulación del expediente por absentismo escolar abierto en su contra
Graciela Arias, fotografiada este martes en su casa de Pontevedra, valoró la anulación del expediente por absentismo escolar abierto en su contra CAPOTILLO

Graciela Arias, que está enferma, ha visto cómo Educación anulaba el expediente en su contra. Agradece el interés mostrado por la tutora del colegio de su hijo

02 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Graciela Arias recibe en su casa de Pontevedra después de conocer que la Consellería de Educación anuló el expediente por absentismo escolar abierto a su familia por no llevar a su hijo Gael al CEIP Praza de Barcelos donde está matriculado este curso. El motivo de esta madre con una enfermedad grave es que un contagio de covid-19 podría ser letal para ella.

-¿Cuándo le comunicaron la decisión?

-Me sorprendió ya la desubicación de la comunicación. Recibir una llamada el lunes a las 18.40 de la tarde del jefe territorial, César Pérez Ares, es algo que no esperas a esas horas. Fue una conversación de dos minutos en la que dijo que el niño va a tener asistencia. No me dijo más y no tengo ningún documento administrativo por escrito. Me enteré de que el expediente de absentismo se había anulado por La Voz.

-¿Da por resuelto el conflicto?

-Hasta que vea al niño conectado con sus claves, que todo empieza a fluir y que recibe enseñanza no me lo creeré. Esto no termina con unas palabras del jefe territorial. La cosa se terminará cuando vea que el niño lleva una rutina guiada por la Administración y que puede evaluarse por la Administración.

-Han sido meses duros. ¿Qué es lo que más le ha dolido?

-Me han dolido varias cosas. Una, cómo funcionan las instituciones. Yo ya tenía mis sospechas de que había muchos fallos, pero he visto que fracasan por falta de organización y de empatía, sobre todo. Las leyes están hechas para ponerse al servicio del hombre en principio. Se crean para beneficio. Incluso las penas de cárcel y el código penal promueve la reinserción. A mí me preocupa la falta de empatía, de previsión y de diálogo.

-Su caso llegó al Parlamento...

-Sí. Y no es posible que los tres partidos políticos se reúnan en una comisión parlamentaria y no haya debate institucional. Que dos parlamentarios den sus argumentos y que el tercero, al que se le reclama una solución, saque un folio, porque yo eso lo vi en directo, con las respuestas del examen. Ya no es que no conteste, es que llegue allí con su argumentario escrito y sin capacidad de decir nada.

-¿Qué fue lo más duro?

-Cuando me abrieron el expediente de absentismo. Ese día me emocioné y me saltaron las lágrimas. Vi que también se emocionaba su profesora del colegio. Fue un momento muy intenso porque ella estaba haciendo algo porque el reglamento se lo pedía, pero humanamente le parecía un disparate. Decía, «en tantos años de carrera no abrí ningún expediente y que tenga que abrirlo a unos padres como vosotros, esto es...»

-¿Hubo algo positivo?

-Los medios de comunicación fueron fundamentales y jugaron un papel muy importante para dar a conocer y visualizar el caso. También el trato recibido por el Valedor do Pobo, en concreto por Beatriz González, que fue la adjunta que llevó mi caso. Aún no me llamaron para resolver la queja que dirigí, pero el trato recibido, la humanidad de esta mujer fue un bálsamo, me encontré con una persona empática, no con una pared. En lo personal me arropó y me sentí muy a gusto con su apoyo, fue para mí reparador. También quiero agradecer a la tutora del niño, que sí puso todo de su parte, pero le resultó imposible por las trabas administrativas. Tenía toda la voluntad en el momento, pero entre el equipo directivo y los inspectores cortaron esa vía. También quiero mencionar a los grupos que defendieron mi causa en el Parlamento y a mis amigos y familia por su apoyo incondicional.

-¿Sintió el respaldo del resto de padres del colegio?

-Ocurrió una cosa muy curiosa que yo entiendo. Se hizo un silencio con mi caso y nadie quería saber. Se les hizo violento salir a decir algo.

-Entre usted y su hermano que es profesor ayudaron al niño ante la falta de seguimiento educativo...

-Cuando uno de los padres es el que está enfermo ahí está el problema, no si es el niño el que tiene una patología. Es vox pópuli, aquí y en otros sitios de España como Madrid, que hay colegios que han actuado en la clandestinidad porque han visto que había un padre con una enfermedad importante y entre la dirección del centro y la profesora se ha llegado a un acuerdo.

-¿Cómo está su hijo? ¿Qué piensa de todo esto?

-Está contento. Me preguntó si va a tener contacto con los de su clase y si le iba a dar clase la profe María, que creo que no, que será a través de los equipos de atención virtual. Creo que sí va a ser evaluado por el centro, pero las clases u horas diarias van a ser con un equipo especial.