«Les mandaron ponerse de rodillas mientras les apuntaban con las pistolas»

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA

MARÍN

Ramón Leiro

Vecinos de Coirados, en Marín, creyeron estar viendo una película el jueves por la tarde, cuando la policía halló 500 kilos de droga en una nave pegada a sus casas

29 dic 2019 . Actualizado a las 14:12 h.

Parecía una película. Pero era real. Tanto los vecinos de la zona de Marqués de Valterra, en el límite entre Pontevedra y Marín, como los de Coirados, a tiro de piedra del centro urbano marinense, no acaban de creerse lo que vivieron el jueves por la tarde, cuando agentes de la Brigada Central de Estupefacientes y del Greco Galicia desembarcaron junto a sus viviendas, incluso con un helicóptero, para dar un nuevo golpe al narcotráfico en Galicia. Cabe recordar que, tal y como confirmó hoy el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, se incautaron unos 500 kilos de cocaína (la cantidad es aproximada, a falta de realizar el pesaje) y hubo al menos cinco detenidos en una operación contra el narcotráfico a gran escala que aún está abierta y que tiene ramificaciones en distintos puntos del territorio español. 

Fue en Coirados, Marín, donde, en una nave, se encontró la droga y donde también se detuvo a varias personas. Se trata de un inmueble de color verde que, según indican distintas fuentes, está dividido en varios locales y se alquila por partes. No puede decirse que a ninguno de los lugareños, casi todos entrados en años, les extrañase que hubiese «cousas raras» en estas naves. ¿Por qué? Dicen que es habitual el devaneo de coches de alta gama, gente joven que entra y sale y «cousas estranas» en estos inmuebles. Señalan también que «os negocios que se montan aí non duran nada». Hubo o hay aún una chatarrería, un espacio donde se guardaban barcos (de hecho, queda alguno allí todavía) y una especie de párking de caravanas. Nadie tiene muy claro en el barrio si esos negocios están o no en vigor ni quienes son exactamente las personas que los regentan. 

El jueves por la tarde confirmaron que esas sospechas que tenían sobre los inmuebles verdes. Cuenta Sito,  un octogenario que vive al lado de la nave donde apareció la droga, que en cosa de minutos «empezaron a llegar coches y más coches de la policía». Y que cuando se dio cuenta un helicóptero sobrevolaba también la zona. «Primero pensé que había un incendio, pero enseguida me di cuenta de que era un helicóptero de la policía y no uno de los que echan agua». A partir de ahí, comenzó lo que para Sito fueron como escenas de película: «Yo vi como la policía cogía a dos personas. Les mandaron ponerse de rodillas mientras les apuntaban con las pistolas y luego les vi salir detenidos. Aún tengo el susto en el cuerpo», contaba este hombre. 

Un testimonio similar aportaba Manuela, otra mujer mayor que vive en Coirados y que ayer también fue testigo de la redada. «Saíron varios detidos. O primeiro saíu coa cabeza baixa, como escondéndose, pero os outros xa non, ían altaneros».

Los vecinos señalan que no conocían a las personas que vieron salir esposadas. Dicen que es algo lógico porque tampoco tenían trato con quienes solían merodear por esas naves, solo les veían entrar y salir. Sí tienen contacto con el dueño del inmueble. Dicen de él que es una persona mayor «que cando está por aquí é para limpar e ter algo recollido».

Se da la circunstancia de que hay dos viviendas pared con pared con la nave. Sus ocupantes no estaban el jueves en casa cuando se produjo la redada. Y, al preguntarles si ellos detectaron movimientos sospechosos días antes, señalaban: «Entraban muchos coches y caravanas, pero es que ahí parece que hay un negocio del tema de las caravanas, no sabemos nada». 

Los vecinos vieron salir a los detenidos (algunos creen que eran cuatro y otros dos). Pero nadie fue consciente de que allí había un alijo de droga hasta que luego lo leyeron en los medios de comunicación. 

En la mañana de hoy, viernes, agentes de paisano de la Policía Nacional estuvieron preguntando en negocios y viviendas si alguien conocía al dueño de la nave y si se tenía constancia de quienes eran los inquilinos.