PortAmérica impulsa una nueva reforestación en los montes de Saiar

La Voz CALDAS

CALDAS DE REIS

Gabriel Pardo

El festival de Caldas e Hifas da Terra fomentarán el desarrollo y la producción de setas en el rural con más de mil plantas de pino micorrizado

07 nov 2019 . Actualizado a las 19:09 h.

Las empresas Esmerarte/PortAmérica, Hifas Foresta e Hifas Foundation, en colaboración con la Consellería de Medio Rural y la Mancomunidad de Montes do Saiar, impulsan una nueva reforestación en los montes de Saiar, en Caldas de Reis, mañana viernes, 8 de noviembre, a partir de las 10.30 horas.

La colaboración entre ambas empresas surge en el marco del Festival PortAmérica, una iniciativa de Esmerarte que viene de celebrar su edición más sostenible. En esta octava cita con la mejor música y gastronomía de ambos lados del Atlántico, Hifas promovió el taller infantil Cultiva la ciencia de las setas, y ahora la alianza culmina con esta iniciativa que dotará a los montes de Saiar de más de mil plantas de pino micorrizado.

Esta será la segunda reforestación en los montes de Saiar tras la plantación de 2.500 pies de castaños, cerezos, abedules y robles el pasado enero en la jornada Una entrada, un árbol, que tendrá lugar de nuevo en el 2020, y que nació con el objetivo de concienciar a la población de que cuando arde nuestro monte, también lo hace una parte de nosotros.

Los pinos micorrizados se caracterizan, señalan desde Esmerarte, por presentar en sus raíces nutridoras unas formaciones filamentosas y coloreadas que las recubren parcialmente y que corresponden con una asociación simbiótica formada entre uno o varios hongos y la propia raíz de la planta, dando lugar a un nuevo órgano: la micorriza.

Esta simbiosis del hongo con la raíz se da en muchos casos de forma natural, pero también podemos conseguir este fenómeno artificialmente, inoculando el hongo deseado en el sistema radical, lo que denominamos micorrización. La micorrización, como proceso fisiológico, es un trabajo en equipo que tiene por finalidad la ayuda que se prestan mutuamente estos dos seres vivos: la planta y el hongo, en un medio que es el suelo.

En este intercambio de ayuda, la planta recibe del hongo diversas sustancias nutritivas que este le facilita por ser capaz de alcanzar con sus hifas lugares del suelo donde existen reservas de agua o de elementos minerales que la raíz no alcanza a captar por sí sola. El hongo, al mismo tiempo que ayuda a alimentar la planta, protege a la raíz del ataque de otros agentes patógenos mediante la emisión de sustancias antibióticas que paralizan a otros hongos, a bacterias o mismo a ciertos insectos a los que también dificultan la entrada con su protección física mediante el manto de micelio creado a modo de un delicado guante.

Esta simbiosis permite a la planta vivir en lugares con problemas de toxicidad en los suelos, escasez o exceso de agua o donde los elementos minerales son poco abundantes o no asimilables para satisfacer sus necesidades.

En este trabajo en equipo el hongo recibe de la planta su alimento en forma de hidratos de carbono (azúcares). Estas sustancias son elaboradas por la planta en sus hojas mediante la función clorofílica y llegan a la raíz, donde está el hongo, para su nutrición y desarrollo.

Una vez plantados, y con el transcurso de unos pocos años, los terrenos donde se han plantado estas especies son productores de setas comestibles en cantidades muy interesantes que nos aportarán un importante recurso de alta calidad y totalmente ecológico.