Sin tregua para evaluar los destrozos

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

A LAMA

r. leiro, l. penide

El fuerte viento y las intensas precipitaciones incrementaron los daños de días anteriores

05 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La borrasca de ayer, sumada a las dos anteriores, apenas da tregua para que servicios municipales y particulares puedan evaluar los daños dejados por los fuertes vientos y las intensas precipitaciones. En Pontevedra, una mujer resultó herida el viernes, poco antes de las 21 horas, al desprenderse elementos de un tejado en la calle Loureiro Crespo. H.A.S., de 40 años, fue evacuada en ambulancia a Montecelo al recibir un golpe en la cabeza. Tras varias horas en observación fue dada de alta. La Policía Local recibió más de cien llamadas en el servicio de noche alertando de la caída de árboles sobre viales, tendidos y coches, y de chapas y tejas de cubiertas en varias calles. Entre ellas, Fernando II y Joaquín Costa con Filgueira Valverde. Los edificios de la Residencia de la Tercera Edad de Campolongo y de Agencia Tributaria en Fernández Ladreda también motivaron salidas de los bomberos.

El puente de A Barca volvió a reclamar la actuación de los bomberos. El desprendimiento de hierros sueltos de la cubierta obligó a cortar la pasarela al tráfico peatonal para minimizar riesgos. Una prohibición con cintas que no todos respetaron. La caída de elementos del tejado cortó al tráfico el tramo de Benito Corbal entre Lepanto y Sagasta. También en la llamada milla de oro se balizó con cinta una zona del tramo peatonal ante el riesgo de caída de un andamio en H&M.

Preocupa especialmente la situación en los centros educativos del municipio. La concejalía de Protección Cidadá ordenó a los servicios técnicos que hagan una inspección detallada para conocer el estado en el que se encuentran colegios e institutos. El objetivo es detectar daños y posibles situaciones de riesgo y, en la medida de lo posible, acometer las actuaciones durante el fin de semana. Se arreglarán daños que se localicen en los edificios y recintos escolares y se limpiarán los restos caídos (árboles, ramas, tejas o tierra). El Concello también suspendió por la tarde y hasta medianoche las actividades al aire libre en los campos de A Xunqueira y Monte Porreiro, donde ayer estaban programados partidos de rugby y fútbol.

Unión Fenosa estimó en casi 14.000 los usuarios que estaban ayer sin suministro eléctrico, a las 14 horas, en la provincia. A las 19.30 horas habían bajado a algo más de 6.200. Hay zonas de Cuntis y de Campo Lameiro que llevaban más de un día sin luz. Estacas y Hervés (Troáns), en Cuntis, y Padín, en Campo Lameiro, se llevaron la peor parte junto a alguna zona de Xeve (Pontevedra). En Poio hubo cortes intermitentes durante la jornada, y la falta de luz seguía ayer en varias parroquias de Marín.

En la comarca las incidencias fueron innumerables. En Marín los apagones afectaron de rebote al saneamiento. Al no haber corriente no funcionaron los bombeos, lo que provocó vertidos de aguas sucias de zonas como Seixo y Ardán a playas como Aguete. «Es una consecuencia más del temporal, poco podemos hacer», señaló la concejala Marián Sanmartín. El Concello movilizó a todas las brigadas para solventar los desperfectos más urgentes.

En Cuntis, a los daños dejados por las borrascas en el colegio Don Aurelio y el centro de día se añadieron problemas en la potabilizadora debido a la turbidez del agua. La crecida del río Gallo provocó que se inundaran los paseos fluviales, que a media tarde se cortaron al paso para evitar contratiempos. «El viento fue muy fuerte y desde las cuatro de la tarde no para de llover. A ver cómo evoluciona y qué pasa de noche porque la cosa puede complicarse», señaló el alcalde, Manuel Campos.

Invernaderos destrozados

En Moraña, donde ayer también había zonas sin luz, Amil fue de las parroquias más afectadas por la borrasca. Lo sabe bien la familia de Elías Varela, que se quedó sin sus cinco invernaderos, donde se perdió toda la cosecha de hortalizas y flores. La fuerza del viento arrancó los pilotes de hormigón de los invernaderos y los movió varios metros. «Teníamos cinco invernaderos grandes, quedaba uno y esta noche [por ayer] ya no hay nada. La finca está hecha trizas y los daños son terribles. No sé cómo no se llevó la casa también», relató todavía con el susto en el cuerpo.

En Sanxenxo reventó un tramo del asfaltado de la avenida Luis Rocafort. Como medida provisional operarios de las brigadas de mantenimiento de la Diputación realizaron un parche de asfalto en frío. También se eliminó una bolsa de agua de grandes dimensiones en las rotondas de acceso al polígono de Barro-Meis.En la comarca hubo avisos por árboles en la calzada en carreteras de Campo Lameiro, A Lama y Cotobade.