El Centro Penitenciario de A Lama es uno de los pioneros en la aplicación de programas que estimulan la convivencia y la desintoxicación
15 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Cuando se habla de convivencia y respeto pocas veces se hace referencia a una cárcel. Pero, en el de A Lama han decidido utilizar palabras como estas para designar algunos módulos para que los internos se conciencien de lo importante que es reinsertarse en la sociedad.
Los módulos 5, 6, 7 y 8 de esta cárcel son ejemplos de superación y ganas de salir adelante, como afirma Carlos, el coordinador de servicios del centro penitenciario. Esta semana coincidiendo con el fin de una de las últimas actividades organizadas por el módulo 8 o módulo terapéutico, la cárcel de A Lama abrió sus puertas a la prensa. Solo unos días después de que el centro penitenciario fuera noticia por la fuga de cuatro narcotraficantes franceses que no volvieron de un permiso. Un asunto sobre el que el subdirector de la prisión dijo que: «la junta de tratamiento la denegó, pero el juez autorizó las salidas».
Pero volviendo al asunto por el que A Lama abrió ayer sus puertas, el módulo terapéutico es un programa de reinserción, pionero en España, para presos toxicómanos. En él los internos se comprometen a no consumir drogas y a someterse a controles analíticos sorpresa para testar que están limpios. El programa lleva dos años en funcionamiento.
Los educadores fijan como base principal del módulo el diálogo y los debates. La ayuda de los psicólogos es fundamental para que los internos puedan reflexionar. Los reclusos reconocen que no quieren dejar perder esta oportunidad. Algunas actividades son físicas, como la de estos días. La Consellería de Medio Rural ha donado 200 árboles a la cárcel. En la reforestación participan cerca de 80 presos, ilusionados con la idea de poder salir, aunque solo sea, a unos metros del centro.
No es la primera vez que se lleva a cabo un plan de reforestación en A Lama. Hace tres años, ya se habían plantado un centenar de árboles. Ahora, cedros, castaños, hayas y fresnos adornarán las inmediaciones del centro. Y prometen que el próximo año habrá más. Juanjo, uno de los presos que participa en la reforestación, quiere decirles a los políticos que crean en la reinserción, porque «ellos son los primeros que no creen».
Cuando profesionales y presos afirman que estos programas realmente funcionan, deberían encontrar todo tipo de ayudas y apoyos para seguir con una labor que, al fin y al cabo, nos afecta a todos, la reinsección social.