Gádor Muntaner, científica marina y divulgadora: «He luchado toda mi carrera por enseñar la otra cara del tiburón. Está estigmatizado»

PONTEVEDRA

Cedida por Gádor Muntaner

Este martes publica «La sonrisa de los tiburones. Historias de amor por el océano»

12 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Con apenas 3 o 4 años de edad, su padre ya le puso unas gafas, unas aletas y un tubo, y Gádor Muntaner descubrió el mar en Mallorca. Tres décadas más tarde, esta científica marina especializada en tiburones, divulgadora, buceadora y creadora de contenido reconocida como una de las mejores en la Lista Forbes 2024 publicará este miércoles su primer libro, La sonrisa de los tiburones. Historias de amor por el océano. «Es un mezcla entre ciencia, aventura y divulgación. Hay mucha parte de mi historia personal porque el objetivo es que los lectores puedan vivir la misma transformación que yo he vivido a lo largo de todos estos años trabajando como oceanógrafa y conservacionista marina. La transformación, por ejemplo, que viví la primera vez que vi un tiburón y me enamoré de ellos para siempre», refiere.

Cedida por Gádor Muntaner

—¿Recuerda aquel primer encuentro?

—Tenía una expectativa de la película de Tiburón y un conjunto de sentimientos negativos como de estrés, miedo... Y, al final, me encontré todo lo contrario. No sentí nada de miedo. Me dio muchísima paz y sentí mucha admiración por un animal que creo que realmente no es peligroso, sino que está incomprendido. Está estigmatizado y no debería ser así. La idea es que el lector pueda vivir desde ese primer amor que sentí desde muy pequeñita, la necesidad de contacto con el medio marino y recorrer cada uno de mis pasos. La primera vez que buceé con 16 años, la primera vez que vi un tiburón y cómo todo eso me hizo querer dedicar mi vida, tanto personal como profesional, al mar.

Cedida por Gádor Muntaner

—Y todo ello sin dejar de lado la ciencia, ¿no?

—Sí, también se narran muchas partes de ciencia, pero siempre con una historia. No cuento simplemente qué pasa con los tiburones que tienen contaminantes en sus tejidos o cómo es la navegación de un tiburón, sino también cómo yo fui obteniendo y descubriendo todos esos resultados a través de aventuras que, la verdad, son bastante inusuales, como pasar tres meses en una isla desierta sin agua, ni luz para tiene esas muestras de esos tiburones. Es un acercamiento al desconocido mundo submarino y, en particular, a un animal que considero que está incomprendido.

Cedida por Gádor Muntaner

—¿En cuantos mares y océanos habrá podido bucear en estos años?

—La verdad es que nunca lo he pensado. He estado en el Atlántico, en el Pacífico, en el Índico, en el Ártico, en la Antártida, obviamente, en Mediterráneo. En el mar de Cortés hay gran parte de la historia porque parte de mi carrera ha tenido lugar en México, que es lo que Jacques Cousteau bautizó como el acuario del mundo. Y los que me quedan todavía. El mar Rojo, también.

ENRIC GENER

—¿Y por qué el título? ¿Por qué «La sonrisa de los tiburones»?

—Porque es un objetivo tanto literal, como un juego de palabras en el sentido de que mi misión, desde que me especialicé en el estudio de tiburones como científica marina, siempre ha sido romper con ese esquema, con esa imagen que tenemos del tiburón, que es, ni más ni menos, que el de la película: un monstruo, un animal muy peligroso, un asesino de humanos. He luchado toda mi carrera por enseñar la otra cara del tiburón y una manera muy bonita de enseñarla es como intentar verle la sonrisa, tanto en sentido figurativo como literal. En mis conferencias y es algo que digo mucho a la gente es que siempre busco fotos en las que los tiburones realmente parezcan tener una sonrisa y que nos conmueva esa mirada, esa sonrisa que la gente quizá no se espera que puede tener un tiburón.

RAFAEL FERNÁNDEZ

—¿Por qué cree que son animales que fascinan tanto?

—Para empezar porque llevan más de 400 millones de años en este planeta. O sea, imagínate evolutivamente lo qué eso significa. Han evolucionado sin parar desde hace 400 millones de años y no se han extinguido con ninguna de las extinciones masivas, ni con los grandes cambios que ha vivido el planeta. Por ejemplo, los dinosaurios aparecieron bastante después que ellos y se extinguieron. Y así tantas otras especies. Me parece que un animal que lleva en este planeta tantísimo tiempo es un animal digno de respeto y de admiración. Muy bien los ha tenido que diseñar la madre de naturaleza para que aquí sigan.