El tributo a la persiana mediterránea del pontevedrés Manuel Bouzas que usará Valencia
PONTEVEDRA
El arquitecto gana el concurso de ideas del Festival TAC! para diseñar un pabellón temporal que albergará actividades culturales
03 jul 2023 . Actualizado a las 16:07 h.Mediterráneo, del arquitecto pontevedrés Manuel Bouzas Barcala, es el proyecto ganador del concurso de ideas de TAC! Festival de Arquitectura Urbana 2023 para diseñar un pabellón temporal en Valencia que abordará los retos de la emergencia climática. El fallo del jurado se conocía hace unas semanas. La propuesta de Manuel Bouzas estará situada en la plaza Músico López-Chávarri de la ciudad vieja de Valencia y acogerá una variada programación de actividades culturales entre el 14 de septiembre y el 16 de octubre.
El concurso de ideas fue impulsado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) junto a la Fundación Arquia. El jurado destacó del proyecto ganador «su singularidad al introducir estrategias domésticas en el espacio público y su capacidad para transformar el entorno urbano a través del compromiso con el reto climático». La segunda edición del Festival TAC! contará con otra sede en San Sebastián. En este caso, el proyecto ganador fue Lost forest, de Julia Ruiz-Cabello Subiela y Santiago del Águila. Se mostrará del 10 de octubre al 13 de noviembre en Donostia.
Manuel Bouzas sigue ampliando su trayectoria profesional. El pasado 19 de mayo se inauguraba en la Bienal de Arquitectura de Venecia, dentro del Pabellón de España, un proyecto en el que participó el arquitecto pontevedrés junto a Daniel Ibáñez y Vicente Guallart, de la empresa Urbanitree. Aquella propuesta explora el papel que juegan los bosques y la madera gallegos en la producción del vino.
Sin dejar de lado ese compromiso medioambiental que marca su carrera como arquitecto y que le llevó a cursar un máster de Arquitectura en Ecología en Harvard, Manuel Bouzas homenajea ahora a la persiana mediterránea. Como él mismo explica, las persianas, tanto la veneciana como la alicantina, han ofrecido históricamente la solución más eficaz, sencilla y ligera para protegerse del sol y de las altas temperaturas. «Es un elemento que ha dado vida y carácter a centenares de calles en el sur de Europa. En concreto, en la Valencia de comienzos del siglo XX, era frecuente observar cómo las calles estaban pobladas de persianas, ubicadas en ventanales, puertas, terrazas o pérgolas… Hoy en día las mismas calles muestran una apariencia radicalmente distinta», relata. Expone este profesional que medidas populares y vernáculas como la persiana han sido sustituidas por sistemas mecánicos que controlan la temperatura al mismo tiempo que consumen grandes cantidades de energía, comprometiendo al medio ambiente.
Recurso más elemental
El proyecto consiste, por tanto, en poner el valor el rol de la persiana mediterránea como uno de los recursos más elementales en la adaptación al clima. ¿Cómo será ese pabellón efímero que albergará actividades culturales en Valencia? Manuel Bouzas indica que se construirá en madera y que esa larga persiana «descuelga en forma de catenaria de dos estructuras triangulares paralelas que contienen numerosos lugares de encuentro para los vecinos». La sombra rasgada que proyecta la persiana permitirá configurar un espacio público que reactivará la plaza Músico López-Chávarri. El arquitecto da más detalles de su obra: «Una apertura circular en la catenaria alumbra un pequeño jardín interior, con vegetación y agua, que contribuye a atemperar el clima del final del verano. Una serie de piedras, que además de servir como contrapeso actúan como mobiliario, congregan a las personas tanto por el día como por la noche». Durante las cuatro semanas en las que tendrá lugar el festival, un programa público con numerosas actividades invitará a los centenares de vecinos de la comunidad a descubrir y reinterpretar los espacios olvidados y escondidos de la ciudad, como esta plaza Músico López-Chávarri.
Añade el arquitecto que la madera es el elemento principal del proyecto. Cuenta que desde la estructura principal, hasta las persianas en catenaria, el proyecto está construido con materiales sostenibles, locales y con un impacto ecológico positivo. «La madera actúa como un almacén de todo el CO2 absorbido durante la etapa de crecimiento de los árboles en el bosque. Además, el proyecto se compromete con la recirculación total de los materiales tras el desmontaje», subraya el autor. Así, la madera volverá a la industria, las piedras a la cantera y la vegetación al vivero, «dejando una huella efímera en la ciudad, y continuando con el ciclo de vida de los recursos que puntualmente han ayudado a construir este proyecto».
Transita, pero no permanece
El arquitecto también desvela cuáles fueron sus primeras impresiones tras visitar la plaza Músico López-Chávarri de Valencia, donde se instalará Mediterráneo. Confiesa que lo primero que le llamó la atención de la plaza fue su configuración. «No es un espacio diseñado ni planeado, sino que es el resultado de la demolición de un edificio de viviendas anterior. Tal vez eso explica las carencias del lugar; la falta de sombra, mobiliario, vegetación, agua, etcétera. Es un espacio por donde la gente transita, pero no permanece», argumenta. Además, dice Manuel Bouzas, en los balcones de los edificios que rodean la plaza se pueden observar dos cosas. «La primera es la cantidad de carteles que han colgado los vecinos reclamando un nuevo futuro para la plaza. La segunda, son todas las persianas que protegen del sol a las viviendas. Precisamente, es en la integración de ambas ideas donde se encuentra el origen del proyecto».