«Me preocupa hasta una ampolla»

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

PONTEVEDRA

MONICA IRAGO

Fútbol Fontán considera que habrá que hilar muy fino en la preparación del Arousa

08 jun 2020 . Actualizado a las 22:26 h.

Todos estamos metidos en este galimatías, pero el jeroglífico que debe resolver Miguel Fontán es tremendo. El preparador físico del Arousa tiene ante sí seis semanas y un reto laberíntico: conseguir que los jugadores lleguen al día 19 de julio en las condiciones perfectas. Será ese 19 de julio cuando el Arousa se enfrente al Ourense CF en la semifinal del play off de ascenso a 2.ª B y hoy cuando arranque de manera oficial ese camino.

En realidad, el camino ya arrancó hace tiempo porque el cuerpo técnico y los jugadores han seguido manteniendo contacto. «Hicimos sesiones telemáticas en grupo para vernos», explica Fontán, que ha ido mandándoles cada semana trabajo y hablando con ellos. Trabajo personalizado porque, como explica el preparador físico, no es lo mismo estar en un piso que en una casa con jardín y las circunstancias en la plantilla de un equipo de fútbol son muy diversas.

Ahora ya llegará un contacto más directo, pero todavía con reservas. «Vamos a tener las dos primeras semanas como piedra de toque», apunta el técnico. En principio, el plan apunta a que haya sesiones los lunes, miércoles y viernes, pero el regreso a la normalidad será muy progresivo. «Vamos a andar con mucho cuidado, porque tendrán que readaptarse hasta a las botas. Llevan casi tres meses sin tocar balón», subraya Fontán. El plan es tener un proceso de adaptación al trabajo para ir incrementando la carga poco a poco y «conseguir que lleguen lo más fresco posible» a ese día 19. Es una pretemporada, pero una pretemporada muy atípica porque no habrá encuentros amistosos y el trabajo no se planifica para toda una temporada. Todo se va a hacer para estar en plena forma, al menos en la medida de lo posible, un día determinado. Y no será nada fácil. Sobre todo activar la vertiente competitiva. «Van a sumar cuatro meses sin competir. Del 8 de marzo al 19 de julio. Eso nunca se ha producido. Vamos a pasar de la posibilidad de jugar 17 partidos (los once que quedaban de Liga más los seis de un hipotético play off) a solo dos», subraya Fontán.

Cansados de entrenarse solos

La vuelta al trabajo en grupo, aunque sea en las especiales circunstancias en las que se va a producir, es una gran noticia para elevar la moral de la tropa. «Están cansados de entrenarse solos, de correr solos», resume el preparador físico. Miguel Fontán confía en que todos lleguen en buenas condiciones porque «me preguntaban y querían empezar cuanto antes».

La primera semana será de trabajo individualizado, en la que los jugadores no podrán compartir el material, y a partir de ahí, ya podrán Rafa Sáez y su equipo ir progresando para trabajar colectivamente. Lo del material ha sido otro quebradero del cabeza para el club arlequinado. Menchu Couso, la utillera del equipo, lleva varios días preparándolo todo. Cada jugador tendrá su lote propio, personalizado con el número que lucirán en la fase de ascenso, que tendrá dorsales fijos.

El trabajo arrancará esta tarde en las pistas del estadio de Fontecarmoa, pero el primer acto de la nueva normalidad arlequinada llegará a las cuatro de la tarde, con la realización de los test serológicos. Luego arrancarán los entrenamientos en sí, con los jugadores divididos en dos grupos. Uno entrenará de cinco a seis de la tarde y el otro entre las seis y las siete. El asunto de los horarios de entrenamiento también puede tener su enjundia, porque estamos en pleno verano y hará calor muchos días. Fontán relativiza esta amenaza. «En pretemporada entrenamos a las seis de la tarde y no hubo problema», recuerda. Lo de los horarios es de lo que menos le preocupa. Lo demás, prácticamente todo: «La alimentación, la hidratación, la podología...». Y es muy gráfico con una frase: «Me preocupa hasta una ampolla». Algo lógico. Cualquier leve incidente durante una pretemporada normal no tendría mayor incidencia. El jugador podría perder una semana o dos de entrenamientos, o incluso algún partido de Liga, y habría margen para recuperarlo porque el campeonato es muy largo. Ahora no. Ahora es un todo o nada en dos capítulos.

Los isquiotibiales

Todo es nuevo y la comunicación entre los compañeros de profesión, importante. Fontán reconoce que ha tenido conversaciones con colegas en las que surgen dudas y se trata de aportar soluciones. Ya se ha visto, por lo sucedido en Alemania e incluso en los equipos profesionales españoles que ya comenzaron a entrenar de manera más o menos normal, que las lesiones musculares son la gran amenaza. Y Fontán coincide en esa sensación, con los isquiotibiales como punto de especial precaución.

El objetivo es llegar a la última semana, la que arranca el 13 de julio, con la posibilidad de tener un programa como si fuera el de una semana cualquiera de temporada, aunque claro, «por mucho que puedas entrenar no va a ser lo mismo», concluye Miguel Fontán. Todo centrado en ese 19 de julio en el que los arlequinados disputarán 27 años después una eliminatoria de ascenso a 2.ª B. Una eliminatoria que ya sería especial por haber pasado tantos años el club sin poder jugarla y que, dadas las circunstancias, será histórica suceda lo que suceda sobre el terreno de juego.

La plantilla arlequinada pasará esta tarde los test en el Manuel Jiménez

A las cuatro de la tarde están citados jugadores y cuerpo técnico del Arousa en el Manuel Jiménez. Allí será donde se someterán a los test, paso previo indispensable para que retornen los entrenamientos en grupo.

El Ourense CF también tiene previsto realizar hoy las pruebas médicas, al menos eso indica el plan que ha preparado la Federación Gallega de Fútbol, mientras que el CD Barco los hará este miércoles. Los más madrugadores fueron los integrantes del Compos, que ya los han realizado.

El pasado sábado

Jugadores, cuerpo técnico, personal médico y encargados del material del Compostela tuvieron que madrugar el pasado sábado. Todos ellos tuvieron una cita en la delegación de Santiago de la Federación Galega de Fútbol. El conjunto blanquiazul fue el primero en realizar los test sanitarios de los cuatro equipos que participarán en el play off exprés a mediados de julio. Los más de 25 integrantes de la entidad compostelanista que pasaron por San Lázaro, que ya conocieron los resultados un par de horas más tarde, dieron negativo en los test del covid-19. Los primeros en pasar la prueba fueron los miembros del cuerpo técnico. Lo hicieron a las nueve de la mañana. Seguidamente, en grupos de seis y siete futbolistas, los blanquiazules fueron sometiéndose a los controles de los doctores, concluyendo todo el proceso a las once y media.

Una vez conocidos los resultados, el club mostró su satisfacción por saber que todos los futbolistas están bien y que podrán iniciar los entrenamientos este lunes. Al mismo tiempo, desde el Compostela destacaron el trabajo de las federaciones, así como la seguridad, las facilidades concedidas y la coordinación en la realización de los test. Los jugadores se refirieron a la gran rapidez del proceso y al buen trato que recibieron durante toda la mañana.

La sede, aún pendiente

Lo que está todavía pendiente de resolución es el escenario en el que se desarrollarán los encuentros. La idea tanto de la federación gallega como de los cuatro equipos que la disputarán, es que se puedan jugar en el estadio de Balaídos porque, al menos en un principio y si no hay cambios, ese fin de semana al Celta le correspondería partido como visitante en esa jornada.