A sus 47 años, Loli Moreira lleva trabajando en el marisqueo en Lourizán desde los 14
26 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Loli Moreira lleva trabajando en el marisqueo en la parroquia pontevedresa de Lourizán desde los 14 años y ahora, con 47, ve con desolación como su sector se ha visto golpeado de forma directa por la crisis económica creada por la pandemia del coronavirus. «A mí me ha afectado en todo, vivo del marisqueo y tengo una hija que también, y me afecta porque los ingresos no son los mismos, desde el 14 de marzo o un poquito antes no se va a trabajar». Ahora mismo es pesimista: «Al marisqueo le veo un futuro muy negro», sostiene. «Hasta dentro de dos años pienso que no nos recuperaremos, nos va a costar mucho levantar la cabeza »
Con una dilatada experiencia profesional, Loli Moreira ha vivido cierres prolongados de las playas por diversos motivos, pero no destaca que la situación actual no tiene precedentes. «Ya hace unos años vivimos una situación parecida, pero no tanto como esto, porque esto va para largo y nos va a afectar a mucho». El momento más grave para el marisqueo en la ría, más allá de las mareas rojas, fue el Prestige en el 2002 y el cierre de la actividad pesquera. Sin embargo, recalca que el momento actual es más complicado. «El Prestige nos afectó pero yo pienso que nos está afectando más en esta porque está afectando a todo lo que es nivel de mar, como pescados y mariscos, a todo, porque la mercancía va muchísimos más barata, no hay compradores y al no haber restaurantes ni nada no hay a dónde vender», sostiene.