Mentor y discípulo, cara a cara

Nieves D. Amil
nieves D. AMil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

Quique Domínguez y Luis Montes vuelven a verse en el derbi de esta tarde (20.30 horas) entre el Teucro y el Acanor Novás

14 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El mentor y el discípulo se ven las caras este sábado después de haber compartido banquillo durante cuatro años. Coincidieron en el Mundial júnior que se celebró en octubre en la ciudad y desde entonces, el día a día ha frenado el contacto, pero no el cariño y la buena relación que han tejido durante años en las pistas de balonmano. Luis Montes, técnico del Teucro, y Quique Domínguez, entrenador del Acanor Novás, se enfrentarán en el pabellón Municipal de los Deportes, la que fue su casa común durante muchos años. Ambos intenta sacudir la nostalgia a golpe de actualidad. Quieren ganar el derbi para comenzar las vacaciones de Navidad con tranquilidad, pero ambos reconocen que en estos encuentros el corazón acaban imponiéndose.

«No esperaba enfrentarme tan pronto a él, Quique podría estar entrenando un equipo de Asobal», reconoce Montes, que fue su mano derecha durante los cuatro años que estuvieron en el Teucro. Después, Domínguez puso rumbo a Arabia Saudí, una experiencia que no acabó como esperaba y que le devolvió a Pontevedra antes de tiempo. Este año se unió a la aventura de O Rosal. «Yo estoy entrenando al Novás y estoy muy a gusto, es un equipo modesto con ganas de consolidarse en la División de Honor Plata y luego ya veremos las aspiraciones que pueda tener», responde Quique Domínguez a las palabras de Montes sobre su condición de entrenador de Asobal.

Dirige un equipo en Plata, pero con una plantilla muy curtida en la élite del balonmano nacional. «Sí, hemos buscado jugadores con experiencia, requeríamos ese perfil», comenta el entrenador que hace dos años dejó el Teucro en manos de Luis Montes. «Yo estaba coordinando la base y entrenando el equipo juvenil cuando llegó Quique y pidió que fuese su segundo entrenador», comenta el técnico azul, que recuerda la ilusión que supuso ese salto cualitativo. «Para mí Quique Domínguez era y es un referente en el banquillo, empecé de la mano de Milucho, que ahora volvemos a compartir equipo, están siempre ahí», explica.

Año complicado

Luis Montes heredó el equipo en Asobal y este año trabaja para devolverlo a esa categoría con un equipo completamente diferente. Una plantilla de 13 jugadores y la segunda más joven de la División de Honor Plata es el mimbre sobre el que está construyendo una temporada de altibajos. Están siendo capaces de hacer grandes partidos y el fin de semana siguiente se estrellan contra si mismos. Con su tremenda autoexigencia, «no le pongo más de un seis», asegura Montes. Cree que tienen potencial para crecer y hacer las cosas mejor, pero «hay tropezones que están empañando la temporada». Quique Domínguez le echa un capote a su amigo y compañero. No se considera mentor de nadie, pero reconoce en Luis un montón de virtudes. «Es un estudioso del balonmano y le pone mucha pasión a todo lo que hace. El Teucro tiene una buena plantilla, que ha cambiado mucho, pero tiene buenos jugadores que le permitirán crecer a lo largo de la temporada», explica el veterano entrenador, que llega a la que fue su casa después de una victoria importante ante el Torrelavega. Dos equipos y dos estados de ánimo estarán frente a frente en el Municipal. «Esta fue mi casa durante muchos años, pero ahora vengo como entrenador del Acanor Novás y dejo a un lado la parte individual», explica Domínguez, que espera llevarse los puntos y dar un salto más en la tabla. Montes, por su parte, necesita puntuar para no caer en la clasificación y dar una disgusto a su afición. Eso sí: «En los doce partidos que llevamos estuvimos todos menos uno en la zona de play off».

Antes de despedirse, el entrenador azul recuerda que forman parte de un club de 75 años de historia en la que habrá espacio para momentos mejores, pero también «para peores».