Inspección de Trabajo «desembarca» en restaurantes de Pontevedra y Combarro

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

LÓPEZ PENIDE

El registro de la jornada y el control de horarios, aspectos sobre el que incidieron los inspectores

09 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Segundo sábado de julio en Combarro. Hace calor y la noche ya se ha echado encima cuando un grupo de inspectores de Trabajo desembarcan en esta localidad turística que presume de tener el segundo casco histórico más visitado de toda Galicia. Extrañados, los clientes que abarrotan algunos de los restaurantes de esta localidad de Poio observan como los funcionarios se dirigen a los titulares de los negocios para solicitarles distintos documentos.

Testigos presenciales de este operativo destacan que los inspectores centraron sus pesquisas en el registro de la jornada laboral que entró en vigor a principios del pasado mes de mayo. Ya entonces, la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, advirtió de que la Inspección de Trabajo «va a actuar», toda vez que «hay que cumplir con las jornadas, porque el tiempo parcial es tiempo parcial y las horas extra son horas extra».

De este modo, los equipos de inspección se desplazaron a distintos establecimientos de hostelería donde, entre otros informaciones, recabaron el nombre del personal que estaba trabajando, así como de su correspondiente número del DNI. Además, se interesaron por los contratos en vigor, su duración y tipo, al tiempo que recabaron los registros de jornada de laboral.

La presencia de los funcionarios no pasó desapercibida en Combarro y, de hecho, el boca a boca funcionó de tal manera que algunos locales optaron por cerrar sus puertas antes de que se personaran los funcionarios, aseguraron algunos vecinos de la villa. Esta circunstancia pilló por sorpresa a varios clientes habituales de estos establecimientos que reconocieron la extrañeza que esta circunstancia les produjo.

Algo parecido, ocurrió con determinados locales de artesanía del casco histórico de esta localidad de Poio. Aunque la inspección no se dirigía, en principio, contra ellos, los más trasnochadores habrían optado por colgar el cartel de cerrado antes de lo que viene siendo habitual.

A diferencia de lo ocurrido hace unos días en Ribadeo, los inspectores de Trabajo, en principio, no consta que estuvieran acompañados por miembros de la Guardia Civil de Pontevedra. En el caso de esta población lucense, la participación de los agentes del instituto armado cumplió una doble función. Por un lado, prevenir posibles incidentes dada las horas en las que se realizaron las inspecciones y el hecho de que los locales estuvieran con una gran afluencia de clientes y, por otro, aprovechar la coyuntura para llevar a cabo sus propias inspecciones fiscales para tratar de localizar partidas de tabaco de contrabando o de alcohol sin etiquetas de procedencia clandestina.

La capital provincial

En todo caso, las inspecciones del sábado noche en Combarro tuvieron continuidad este mismo domingo, donde las actuaciones tuvieron como escenario otros negocios de su casco histórico.

Las fuentes consultadas precisaron que este tipo de actuaciones comienzan a ser algo habitual en la comarca del Lérez. Así, apuntaron que con anterioridad a las de este fin de semana, los inspectores de Trabajo se han desplazado a distintos restaurantes de la ciudad de Pontevedra, algunos de ellos de renombre, para recabar esta misma información.

Añadieron que en ambas localidades las inspecciones se realizaron sin mayores problemas. En algún caso ya se habría levantado acta ante posibles infracciones laborales, mientras que en otro se está a la espera del análisis de la documentación recabada por los funcionarios.