Torrecilla, el corazón de España

josé manuel andrés MADRID / COLPISA

PONTEVEDRA

YVES HERMAN

La centrocampista del Montpellier se reivindica en Francia como uno de los pilares de la selección de Jorge Vilda

17 jun 2019 . Actualizado a las 17:06 h.

Virginia Torrecilla es la gran sorpresa agradable de la selección española en el Mundial de Francia. La mallorquina no estaba entre las teóricamente titulares de Jorge Vilda antes del inicio del campeonato, pero se ha erigido en el auténtico corazón del equipo español en sus dos partidos ante Sudáfrica y Alemania.

Pulida físicamente en el exigente fútbol francés, pues milita en el Montpellier galo desde 2015, un espectacular despliegue en la medular ha convertido a Vir, tal y como la llaman sus compañeras en el vestuario, en un pilar indiscutible. «Jugar en Francia me ha ayudado mucho, son una de las grandes potencias mundiales. Son futbolistas más físicas, no es que entrenen más, es que son así. Al final, te tienes que amoldar a ello», explica Virginia, que dejó el Barça tras tres Ligas y dos Copas de la Reina en tres temporadas.

A sus 24 años, es ya una de las jugadoras de jerarquía en una selección a la que llegó en 2013 y con la que disputó la Eurocopa de ese mismo año, cuando España alcanzó los cuartos de final, una ronda en la que cayó ante Noruega, y el Mundial de Canadá en 2015, primera experiencia mundialista en la historia del fútbol femenino español.

Con un currículo de 60 internacionalidades y media docena de goles con la selección, la centrocampista balear es, junto a futbolistas como Alexia Putellas o Mapi León, una de las integrantes de ese eslabón que conecta al grupo de veteranas que rozan la treintena, como Jennifer Hermoso, Marta Torrejón, Marta Corredera o Irene Paredes, con la nueva generación de jóvenes promesas formada por Mariona Caldentey, Nahikari García, Lucía García o Aitana Bonmatí.

Virginia es una de las siete futbolistas que han jugado todos los minutos posibles en este Mundial. Lo ha hecho además dejando unos datos de rendimiento que sostienen la sensación de que es probablemente la mejor jugadora española en el campeonato hasta el momento, puesto que supera la veintena de kilómetros recorridos a lo largo de los dos partidos de España, un despliegue físico de altura que además ha llevado a cabo limpiamente, pues no ha recibido todavía amonestación alguna y apenas ha cometido cuatro faltas en dos partidos completos, por las dos que ha recibido.

A una presencia notable en la medular, que fue clave para plantar cara al poderío físico de Alemania junto al trabajo de Silvia Meseguer, su acompañante en el centro del campo titular frente a las germanas, Virginia ha unido además su capacidad de llegada a la portería rival, con hasta cuatro remates, todos desde fuera del área y tres de ellos bloqueados por jugadoras rivales y uno desviado.

Por todo ello, todas las alarmas han saltado alrededor de Virginia cuando la centrocampista no ha podido ser partícipe de los entrenamientos de España junto a sus compañeras en los últimos días, debido a las molestias físicas que sufre desde el partido contra Alemania.

Pese a todo, se espera que pueda llegar al partido frente a China de mañana. Sus compañeras, el cuerpo técnico de la selección y toda la afición cruzan los dedos para que así sea. No en vano, España necesita más que nunca a su corazón para seguir al nivel de las mejores.