La bacteria ya se detecta en Segade

Cristina Barral Diéguez
cristina barral CALDAS / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Desde que el pasado 6 de julio la Xunta decretó el estado de alerta en el embalse de Caldas, solo había aparecido el alga «Microcystis sp» en la presa y en la cola

25 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La actualización de los datos sobre el seguimiento de cianobacterias en los embalses gallegos arroja una novedad desde que el pasado 6 de julio la Xunta activó el estado de alerta en la presa del Umia. A la presencia del alga Microcystis sp en la presa de A Baxe y en la cola se suma ahora su detección también en la captación de Segade, en Caldas de Reis. Según las últimas cifras colgadas en la página web del Sistema de Información Ambiental de Galicia (SIAM), que corresponden al 18 de julio, la presencia en Segade no es relevante, pero sí preocupante teniendo en cuenta que todavía no acabó el mes de julio. En concreto, hay 250 células de Microcystis sp por mililitro de agua. En la presa se contabilizan 6.250 células, y en la cola, 6.500.

Si se comparan esos resultados con los de hace una semana, la tendencia es al alza en la presa -de 5.250 células el día 12 a las 6.250 actuales-, mientras que en la cola la situación es algo mejor -de 14.000 el día 12 a las 6.500 actuales-.

La aparición del alga que tiñe de verde el agua del embalse se repite cada verano, con mayor o menor intensidad, desde que se detectó por primera vez en el 2006, tras el incendio de la empresa química Brenntag. Es un proceso natural que se produce en aguas estancadas cuando aumentan las horas de luz solar y suben las temperaturas. Un exceso de nutrientes contribuye también a esas floraciones. El peor año fue, sin duda, el 2010, cuando la multiplicación de la cianobacteria colapsó la estación de tratamiento de agua potable (ETAP) de Caldas y afectó al abastecimiento a la población. Esa grave crisis forzó a la Xunta a invertir más de 600.000 euros en una nueva captación. Se inauguró oficialmente el 24 de octubre del 2012. La mejora de la depuradora duplicó la capacidad de almacenamiento de agua con un segundo depósito de 2.200 metros cúbicos y permite contar con una alternativa -dos pozos- en caso de proliferación del alga.

De momento, la situación en Caldas es de normalidad en cuanto al tratamiento y abastecimiento. No obstante, desde que la Xunta decretó el estado de alerta el Concello ha intensificado la vigilancia en el depósito. Las analíticas son ahora semanales cuando antes eran mensuales. Caldas capta la mayor parte del agua del Umia, pero entre el 30-40 % procede de manantiales.