Lecciones para ser emprendedor

carmen garcía de burgos PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

emilio moldes

Cuatrocientos alumnos de nueve colegios de la provincia exponen sus cooperativas

31 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«En consensos y así». Es como los alumnos del CEIP Laredo, de Chapela, acordaron destinar todo lo que saquen de su nuevo proyecto de cooperativa para DepoEmprende a reconstruir la casa que un acto de violencia machista dejó reducida a cenizas. En ella vivían uno de sus compañeros, primo de algunos de los estudiantes del cole, y su madre. Ahora ya no la tienen. Por eso, antes de pensar en alguna oenegé a la que destinar lo recaudado -el año pasado fue Amencer-, optaron por ir a lo más próximo, explican Natalia González, de 12 años, y Carmen García, de 11. En su stand varias botellas de plástico rellenas de agua, glicerina y purpurina pretende servir «para relajarte, lo miras y como que te relajas un poco», explica la mayor de las dos pequeñas, enseñando también las pulseras enrollables y los pequeños moldes de escayola fabricados por ellos mismos: «Le echas pintura como tú quieras, lo grabas en papel y queda muy bonito». A pesar de su corta edad, son expertas en creatividad. Por algo estudian en la única escuela de Galicia que pertenece a red de escuelas creativas de Ferrán Adrià.

A un metro escaso, los alumnos del cole de Barcelos exponen sus trabajos: «Un poco de todo lo que sabemos, y también vinieron algunas de nuestras madres a hacer cosas nuevas que podemos reciclar». De todas las cosas que Daniela ha aprendido, se le han grabado las más importantes a la hora de poner en marcha una cooperativa: «Que hay que trabajar muy en equipo, compartir, ser amable con los demás y un montón de cosas». Y también las que no: «Ir por tu cuenta, hacer las cosas mal a propósito, decir que no vengan a tu puesto porque está todo hecho muy mal o muy caro, y hacer trampas con los demás colegios».

Es lo mismo que han aprendido en Riomaior, en Vilaboa. ¿Volverían a hacerlo? «Tranquila, que el próximo año no nos veréis a nosotros sino a los que están en quinto, que estarán en sexto», dice Iago. «Ser emprendedor lleva esfuerzo, pero está muy bien. Lo más difícil es crear productos nuevos que llamen la atención», señala Marta, rodeada de Irene y Tomás, a solo unos días de irse a Dublín a disfrutar su recompensa. Y a aprender inglés, claro.