Los gemelos Pedro y Jesús Merino vuelven a unir fuerzas este año en el Froiz
19 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Amenaza doble para las etapas de montaña. Dos Merinos serán los encargados de dinamitar las carreras en las escaladas para el Froiz. Ambos son altos, delgados y con una configuración genética diseñada para volar sobre las pendientes. No son un clon de Contador, aunque les gustaría. Son gemelos.
Pedro y Jesús crecieron sobre una bicicleta en su Ciudad Real natal. Siempre juntos. En todos los equipos compartieron esfuerzos hasta que una caída truncó la progresión de Jesús y el destino llevó a Pedro al circuito Pro Tour. Ahora, siete años después, vuelven a pedalear juntos con el maillot del Súper Froiz. «Siempre estuvimos juntos, en todas las categorías, hasta un año en Italia», revive orgulloso Jesús. «Me dio mucha alegría volver a compartir equipo con él, hacía años que no estábamos juntos», añade su gemelo.
Sus similitudes no son solo físicas. Desde niños están acostumbrados a que llamen Jesús a Pedro y Pedro a Jesús. Aunque el paso de los años fue marcando algunas diferencias. «Él tiene la cara más alargada y una cicatriz por una caída, pero aun así nos siguen confundiendo», confiesa Pedro.
En lo que no coinciden es en la fortuna. A pesar de que Jesús lo achaque a la mayor calidad de Pedro. «Él es el mejor», recalca. A lo que Pedro añade el factor suerte. «Quizá yo sea mejor en el rol de ganador, pero como gregario él es mucho mejor que yo», argumenta Pedro.
Pero lo cierto es que una lesión fue lo que truncó la carrera de Jesús que llevaba desde el 2012 compitiendo en carreras de menor nivel. «Tuve una caída y rompí el fémur», recuerda Jesús el momento en el que separaron sus caminos. Él a la rehabilitación y su hermano, al Footon Servetto, un prometedor equipo Pro Tour con el que Pedro se coló entre los mejores del Tour de San Luis o de La Vuelta a Asturias. Después bajó un escalón para llegar el pasado año al Froiz.
En el conjunto alimenticio esperan crear una alianza que fructifique en triunfos. «Mi objetivo es ayudar al equipo y a Pedro», afirma Jesús cuyo estado de forma es óptimo «para echar una mano» pero no para disputar la victoria en vueltas largas.
Volver a encontrarse en el pelotón y con el mismo maillot, como ocurrió por última vez en los campeonatos italianos -«de un nivel mucho más alto que en España», dice Pedro- con el filial del Saunier Duval, hará que las rampas sean más llevaderas.