Candela no habla. Ni anda. Y eso que tiene seis años. Pero, en los últimos meses ha comenzado a montar a caballo. También va a la piscina y a clases de música. Todo, gracias al esfuerzo de sus papás
27 abr 2015 . Actualizado a las 08:08 h.Candela no habla. Ni anda. Y eso que tiene seis años. Pero, en los últimos meses ha comenzado a montar a caballo. También va a la piscina y a clases de música. Todo, gracias al esfuerzo de sus papás. Esta pontevedresa tenía siete meses cuando sus familiares se dieron cuenta de que algo no iba bien. Desde entonces, no han parado. Las infinitas visitas a médicos y especialistas solo han dejado como resultado un diagnóstico de hipotonía muscular, es decir, que la niña no tiene fuerza en los músculos. Pero nada más. Ni siquiera esa falta de información ha desanimado a los papás de esta pequeña. En la red, en asociaciones de niños con enfermedades raras... en todos lados han buscado, y siguen haciéndolo, tratamientos que puedan ayudar a su pequeña. Lo han conseguido. Ahora se mueve mucho mas, quiere hacer cosas. Y balbucea mucho, como si quisiera hablar. Solo hay un problema. El dinero.
Primero, los tapones
Los tratamientos que recibe Candela valen muchos miles de euros. La pequeña precisa de mucha fisioterapia, pero también está probando otras cosas, como la hipoterapia, que es la que la ha llevado a montar a caballo. También hay una serie de máquinas que pueden hacer mucho por ella. Pero, como todo, son caras. Así que la familia de Candela decidió pedir la colaboración del banco de tapones de Baixo Miño, ese que ha ayudado a tantos niños con enfermedades raras a subvencionar sus tratamientos. Actualmente, Candela es uno de sus miembros de honor. Una de las pequeñas a las que se quiere ayudar con algo tan sencillo como recoger tapones que, de lo contrario, acaban en la basura. El puesto lo comparte con Marta, de Tui, e Iria, de Ourense. A las tres van los fondos que se recaudan con la recogida del plástico.
Por la pasarela
En la asociación Xuventude de Vilariño conocieron la historia de esta pequeña, que tiene familia en Cambados. No lo dudaron ni un segundo. Se lanzaron a organizar una gala benéfica con la que poder aportar su granito de arena para el tratamiento de Candela. Y vaya si lo consiguieron. El salón de Martín Códax casi se quedó pequeño ayer para acoger a todos los que quisieron estar presentes. Las trescientas entradas a la venta se agotaron. Las diseñadoras Mónica Guillán y Brenda Dorgambide vistieron a las jóvenes modelos que demostraron todo su arte sobre la pasarela. De las más pequeñas se ocupó la tienda cambadesa Mi trocito de pastel. Y de peinar a todas, la peluquería de Conchy Vázquez. Pero la gala no solo consistió en un desfile de modas. Hubo también la actuación del coro juvenil Clave de Sol y del grupo de zumba Rita García. La iniciativa fue todo un éxito porque, además de organizar la gala, los integrantes de esta asociación lograron la colaboración económica de diferentes casas comerciales. Así, Candela podrá seguir adelante con sus tratamientos. Podrá seguir avanzando y quizás, un día, también ella desfile.