La red orquestal de Pontevedra

maría conde PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

La batuta clásica de la ciudad la llevan la Orquestra de Cámara Lira y la Orquestra Filharmónica Cidade de Pontevedra. Dos agrupaciones que ya se complementan

10 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El próximo 25 de enero la Orquestra de Cámara Lira cumplirá diez años. Una década que también ha visto nacer a la otra agrupación orquestal de la capital, la Filharmónica Cidade de Pontevedra. En las virtuosas manos de estas dos agrupaciones está la batuta clásica de la capital. La primera orquesta está formada por niños y jóvenes, alumnos de los cursos altos de grado medio de los conservatorios de la provincia, con edades entre doce y dieciocho años. La segunda, por integrantes que parten de esta edad, tanto profesores de conservatorio como músicos profesionales de banda y también alumnos de los cursos superiores de grado medio. Esa continuidad generacional tiene ahora también reflejo en la Rede Orquestral de Pontevedra, que ambas agrupaciones estrenaron la pasada temporada.

La red permite a los alumnos que finalizan por edad su etapa en la Orquesta Lira, colaborar con la que ya es su hermana mayor, la Filharmónica. Pero no se queda aquí. Se trata de un compromiso de colaboración entre ambas formaciones que entre sus objetivos busca desarrollar iniciativas pedagógicas compartidas y experiencias musicales conjuntas. Precisamente, ese emblemático décimo aniversario de Lira lo celebrarán ambas orquestas en enero con un concierto en el Pazo da Cultura.

Trayectorias

César Trabazos, presidente de la asociación Cultural Lira, explica que la iniciativa de esta joven orquesta de cámara la tuvieron un grupo de padres de alumnos del profesor Algirdas Pocius, violinista y director de orquesta, que desde entonces sigue al frente de la agrupación. Desde su presentación en el 2004, el patrocinio del Concello les brinda la oportunidad a estos jóvenes intérpretes de ofrecer un mínimo de cuatro conciertos anuales. Nació con una veintena de músicos, cifra que se mantiene, aunque los miembros se renueva continuamente. «Cuando finalizan el grado medio, sobre los dieciocho, normalmente se van. De hecho, la colaboración con la Filharmónica va en ese sentido, porque es algo bueno para todos», apunta.

Nacho García (oboe) y Javier Morgade (clarinete) son, respectivamente, el presidente y vicepresidente de la asociación cultural bajo la que opera la Filharmónica. Ambos son además dos de sus fundadores. «Somos músicos de banda profesionales -explica Nacho- y básicamente teníamos ganas de tocar. Formamos primero el quinteto Divertimento, pero se nos hacía pequeño. Decidimos doblarlo y crear una orquesta, porque la verdad es que en Pontevedra hay mucha tradición de bandas, pero no de orquestas». Era el año 2006 y entonces solo estaba Lira. Morgade cuenta que pidió a amigos del Conservatorio «un listado de gente a la que le pudiera interesar el proyecto». «La chica que nos dio la lista sigue en la orquesta con nosotros -añade-. Y llamamos uno por uno para tantear. Al final quedamos entre 35 y 40 músicos, profesores del conservatorio y alumnos de los últimos cursos, músicos de bandas y de escuelas de música».

Un año más tarde, la Filharmónica dio su primer concierto. Por ella han pasado muchos músicos, pero se mantienen algunos de los que participaron en aquel primer recital. «Lo que pretendíamos también era eso, crear una plataforma para que la gente tuviera un sitio en Pontevedra en el que pudieran tener la oportunidad de tocar en orquesta», explica Morgade.

La idea de esta red de colaboración conjunta surgió cuando la OFCP estaba pensando en crear una orquesta escuela. «Decidimos hablar con Lira a ver si le interesaba -explica Morgade- funcionar de esta manera, porque nos parecía lo adecuado. Siempre pensamos en unir y no separar». En el año que llevan colaborando, ya se han producido intercambios y trasvases de músicos. «El primer concierto juntos fue el del final de la pasada temporada y nos gustó mucho a todos. Haremos otro en junio».

Cantera

Los representantes de ambas orquestas destacan la buena cantera de músicos que ofrece la ciudad. «Aunque falta implicación y en eso tienen más que ver los padres; hay gente que tiene a sus hijos en el conservatorio simplemente para que hagan una actividad -apunta César-. Como dice mi padre, que toque, pero que estudie...».

«Nosotros a eso contestamos que estamos viviendo de la música», responde Nacho. «A la gente que le doy clase les digo que hago lo que me gusta -agrega Javier-. ¿Por qué estudiar música? Hay muchas salidas, desde la enseñanza en conservatorio, en Primaria o Secundaria, escuelas privadas..., hasta como instrumentista, con bandas de música profesionales en todas partes de España, y agrupaciones en el extranjero. Y están las orquestas. Aquí en Pontevedra hay gente tocando por ejemplo en la Sinfónica de Madrid. Tenemos las mismas oportunidades o más que otro trabajo cualquiera».

De ambas agrupaciones, varios alumnos han salido ya para formarse en España y el extranjero. Miembros de la Filharmónica estudian ahora en Holanda, Portugal o Bélgica, y de Lira, en Suiza y Holanda. «La idea es que esto sirva de plataforma tanto de músicos como de compositores». Porque con la música no a otra, sino a todas partes...