Desde finales de febrero la comunidad universitaria convive con las molestias derivadas de las obras de humanización del campus
23 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Unas obras muy necesarias y, como todas, molestas. Ruido, polvo, menos plazas de aparcamiento, trastornos en los accesos... Desde finales de febrero, alumnos, profesores y personal de administración y servicios de la Facultade de Ciencias da Educación e do Deporte sufren los incordios derivados de los trabajos que financia la Universidade de Vigo. Se trata de la primera fase de las obras de humanización del campus de Pontevedra, adjudicadas a la empresa Extraco por 366.000 euros. El personal de este centro es el más afectado, aunque también lo notan en la Facultade de Fisioterapia.
Ambos edificios están en las trincheras, rodeados literalmente por las obras, especialmente el de Ciencias da Educación. Acceder al inmueble no es fácil entre el movimiento de tierras, de máquinas y de operarios. La comunidad universitaria lo lleva con resignación. «As maiores queixas son porque non hai onde aparcar, eu veño a pé e non teño ese problema, pero hai que ver onde se pisa porque os accesos van cambiando según o día», comentó ayer una alumna.
Mientras esperaba la llegada del presidente de la Real Academia Galega (RAG), Xesús Alonso Montero, la vicerrectora del campus, Antonia Blanco, indicó que la actuación permitirá contar con un aparcamiento en condiciones y una pista para dar clases al aire libre. «Las obras tenían que estar a punto de acabar, pero hizo muy mal tiempo y van algo más lentas», señaló.
El proyecto de la primera fase afecta a un ámbito de casi ocho mil metros cuadrados que comprende la rotonda central del campus, el entorno de Ciencias da Educación y de Fisioterapia y el entronque con la Illa de Esculturas. Fue redactado por la arquitecta María José Fariña Busto. Es la primera actuación de importancia que se acomete tras la urbanización del campus, que concluyó en 1994. Se completará con otras dos fases: una entre Forestais y Ciencias Sociais, y otra que redefinirá la conexión de la zona universitaria con el centro urbano.