Pontevedra insiste en el plan, que la Diputación evaluará en un mes
11 ene 2013 . Actualizado a las 06:59 h.De las ideas a los números. El órdago de Pontevedra para entrar en el consorcio provincial de recogida de basuras si la Diputación accede a trastocar su plan inicial e incluir en él el compostaje de residuos se ha comenzado a apuntalar con cifras. El Ayuntamiento de Pontevedra acudirá a la próxima reunión en la Diputación con un estudio de viabilidad, del que ayer La Voz recabó los primeros datos.
El 8 de febrero será la próxima reunión. La Diputación acudirá con un informe sobre los costes en todos los municipios de la provincia que, en principio, se adherirán al plan. El Concello de Pontevedra lo hará con el edil César Mosquera portando bajo el brazo su informe de viabilidad. Y le salen las cuentas, pese a que el coste de poner en marcha la planta es sensiblemente superior a las estimaciones hechas desde la Diputación provincial. Frente al millón de euros calculado por esta, las estimaciones locales la elevan a cuatro millones. Aún así cuadrarían las cuentas, apuntan fuentes municipales.
Las principales líneas de trabajo pasan por avanzar en la separación de residuos en origen: la que se hace en cada hogar antes de depositarlos en los contenedores. A la tradicional separación de vidrio, papel y plástico actual se sumaría la de desechos orgánicos. Esto permitiría que siete mil toneladas de basura al año escapasen a la incineración. En su lugar, en la planta de compostaje, se convertirían en abono.
¿De dónde sale el cálculo? Por cada bolsa de basura, el 14 % corresponde a plásticos, un 11,7 % son metales y el 20 % papeles y cartones. El resto es material no reciclable por los círculos convencionales de procesado. Se trata de un 54,3 %. Descartado un margen totalmente inutilizable, aproximadamente el 15 %, el Concello calcula que el 40 % es materia orgánica.
En global la cifra no es desdeñable. Pontevedra produce al año treinta y dos mil toneladas de residuos, por lo que entre doce y trece mil son susceptibles de ser convertidas en compost.
Pero esto son cálculos en condiciones óptimas. Lo saben en el Concello, donde se limitan a trasladar a su plan de viabilidad el contenido de la directiva europea que endurecerá los requisitos de reciclaje a partir del 2014 y fija objetivos para el 2020. La nueva norma establece baremos vinculantes para la reutilización y el reciclaje (incluido el compostaje) para el año 2020. En este sentido, los países de la UE tendrán que reciclar o reutilizar al menos el 50 %. En el caso de los residuos orgánicos aptos para el compostaje, el 50 % supone para Pontevedra entre seis y siete mil toneladas al año. Estos son los números. Y no casan con la idea inicial del consorcio. Pero, de momento, la negociación está abierta.