El restaurante Lotus de Caldas albergará el próximo 6 de diciembre la novena Xuntanza de Emigrantes Retornados de Thun. El programa de actos, en el que trabajan desde hace semanas José Crespo y Antonio Barros, incluye una comida a partir de las 14 horas que se prolongará, como mínimo, hasta primera hora de la noche. Se calcula que asistirán unas 120 personas.
El menú, que nada tiene que envidiar a una boda gallega, incluye aperitivos, cigalas y centollas, vieiras, merluza a la romana, ternera asada, postre, café y licores. Además de rememorar vivencias y amistades de la emigración, los participantes podrán echar un baile y disfrutar de una barra libre. Como no podía ser de otra forma, la nota musical la pondrá el grupo Los Helvéticos, «unos compañeros que estuvieron allí con nosotros», añade Antonio Barros.
Tanto José como Antonio tienen muy buenos recuerdos de Thun. Uno de los atractivos de esta ciudad es su casco antiguo, situado a aproximadamente un kilómetro del lago y a orillas del río Aare. En su centro se encuentra un castillo del siglo XII y su museo. Otros atractivos de la zona vieja son la iglesia con su torre, construida alrededor de 1330, el ayuntamiento del siglo XVI y los numerosos cafés y restaurantes ubicados a orillas del Aare.
El ejemplo
Antonio recuerda una anécdota que resume muy bien, según él, cómo de rectos son los suizos. «Una vez solicitamos una sala para celebrar una fiesta del Centro Gallego y nos dijeron que primero teníamos que ir a recoger los restos que quedaban de una conmemoración anterior que se había hecho cerca de un campo de fútbol», relata. «Lo hicimos y nos dieron las llaves del local, aunque todavía estábamos a prueba. Cuando las entregué me dijeron que ya teníamos llave para cuando quisiéramos». Prueba superada.