La directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, visitó ayer la cárcel de A Lama en una visita a la ciudad programada para inaugurar unas jornadas de un proyecto de reintegración social de presos. En el marco de la iniciativa, la máxima responsable de los penales españoles indicó que se está estudiando, a petición de los sindicatos de cárceles, la posibilidad de construir un Centro de Inserción Social en Pontevedra o ampliar el de Vigo, bautizado con el nombre de Carmen Avendaño.
«Hay que estudiar la propuesta y la analizaré con gran interés para ver qué se puede hacer», manifestó Gallizo. No obstante, reconoció que no era el momento apropiado para realizar propuestas puesto que se desconoce quién gobernará España a partir del 10 de marzo.
Durante la visita al penal pontevedrés, Gallizo se reunió con los portavoces sindicales, quienes le presentaron una serie de demandas con el objetivo de mejorar el funcionamiento de la cárcel, una infraestructura construida para 1.008 presos pero que en la actualidad cuenta con 1.500.
En relación con problemas de conflictividad, Gallizo afirmó que la apuesta de los programas de reinserción «está dando buenos resultados, hasta tal punto que están bajando los niveles de conflictividad incluso los de carácter leve». Precisó que las prisiones «pueden ser espacios de convivencia y de educación». En el caso de A lama en particular, la responsable de Instituciones Penitenciarias afirmó que «he podido ver algunas cosas buenas que se han hecho en el centro para lograr la reinserción de los presos, así como el trabajo de los profesionales para que todo funcione correctamente y con la máxima seguridad».
Gallizo destacó que la única solución para que los presos se reinserten en la sociedad es formarlos y educarlos.
Sobre la masificación de A Lama y otros centros penitenciarios, indicó que en los últimos cuatro años se ha tratado de poner en marcha nuevas prisiones para aliviar la población reclusa de los penales existentes.
De hecho, Gallizo indicó que ya se han abierto diez centros de inserción social, uno el de Vigo, y que también se abrieron una nueva cárcel y otras tres prisiones que pronto se pondrán en marcha.