Pontevedra no remonta el vuelo

Mercedes Escauriaza PONTEVEDRA

PONTEVEDRA

X. C. G.

El deterioro del mercado laboral se constata con el crecimiento en el 2002 de los contratos temporales, que se sitúan en una relación de diez a uno con respecto a los de carácter fijo

14 feb 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

?i el contable de turno, lapicero en mano, desmenuzara la evolución de los datos del empleo en la comarca de Pontevedra desde 1998 hasta diciembre del 2002, como si se tratara de las frías cuentas de una factoría, el hombrecillo pasaría su apunte a la columna del haber. A 31 de diciembre del pasado año casi un millar de personas más, de entre la población activa, que cuatro años antes, concretamente 915, tenían un puesto de trabajo. Pero aún así, si en 1998 las oficinas del Inem registraban 9.544 parados, en el 2002, después de un período de bonanza económica, la cifra de desempleados se ha reducido mínimamente, hasta llegar a 8.729. En la capital pontevedresa la situación está aún más estancada, ya que la reducción del paro apenas es perceptible. Según el sindicato UGT, autor de un estudio comparativo sobre la evolución del paro en los últimos cuatro años, «Casi se puede decir que nos podemos retrotraer a las cifras del primer trimestre de 1999, es decir, el descenso del paro registrado ha sido imperceptible, prácticamente nulo», subraya al respecto el secretario comarcal de UGT, José Antonio García Lores. Si en diciembre de 1998 había en la ciudad de Pontevedra 4.123 personas sin empleo, llegamos al último mes del pasado año con 3.883. Es decir, tan sólo hay ahora 237 parados menos.Para más inri, las mujeres siguen siendo el sector de la población laboral más castigado. Los porcentajes de tasa de paro por sexos hablan por sí solos: en diciembre del 2002 la masculina era del 40%, con 3.830 inscritos del total citado, 8.729 personas, mientras que la femenina engloba al 60% restante, con 4.899 paradas.El estudio, que analiza datos que no contemplan por ejemplo otros informes más ambiciosos, como el diagnóstico previo del Plan Estratégico de Pontevedra, encargado por el Concello, se centra en los municipios del ámbito comarcal de UGT, que incluye los municipios de A Lama, Barro, Bueu, Campo Lameiro, Cerdedo, Cotobade, Marín, Moraña, Poio, Ponte Caldelas, Pontevedra, Sanxenxo, Soutomaior y Vilaboa. El peso de la economía En él también se analiza el peso de los distintos sectores productivos en la evolución del empleo. Así, los servicios se llevan la palma con casi la mitad del total de parados, con 1.933. Este sector, uno de los pilares fundamentales de la economía pontevedresa y de las principales localidades turísticas de la franja litoral, presenta un evidente repunte al alza. Además, es el que genera un mayor movimiento de los parámetros, ligado a las contrataciones temporales en precario y las fluctuaciones que generan en el ámbito comercial las compras de determinadas fechas del año, como las fiestas navideñas, las rebajas, los carnavales, o las del turismo, que lo vincula a la estacionalidad del verano o Semana Santa. Según UGT, «todas estas circunstancias evidencian que el empleo en el sector servicios no se consolida, generando la consecuente inestabilidad laboral». Reorientación de la activida El sindicato considera que los datos del resto de los sectores no son más gratificantes. Así, agricultura representa el 2,19% de los parados registrados, 85; la construcción, el 10,27% (399), pese al dinamismo que aparenta. La industria, el 12,27% (469), y las personas sin empleo anterior suponen el 25,73% (1.000), dado que representan una gráfica practicamente inmóvil y una tendencia casi rectilínea a lo largo de los cuatro años.En la comparativa cuatrienal, el sindicato también destaca el sometimiento a la estacionalidad que sufren concellos como Poio o Sanxenxo, dependientes de los servicios. O el nulo número de personas inscritas en el sector agrícola de Cerceda, una circunstancia que el sindicato atribuye al envejecimiento de la población y al abandono de esta actividad a nivel general y con un número imperceptible de empresas o autónomos que se dediquen a la actividad agraria o ganadera.También subraya la incidencia de algunas empresas en Vilaboa, un municipio sujeto a la fluctuación de la actividad y la carga de trabajo de algunas conserveras. José Antonio García Lores considera que los datos que arroja este análisis «nos deben llevar a reflexionar sobre una reorientación de la actividad de la comarca en la procura de políticas de más y mejor empleo, ante una precariedad laboral que avanza imparable». No en vano, los datos que maneja el secretario general de UGT en la comarca son preocupantes. Lores asegura que sólo en diciembre pasado se firmaron diez veces más contratos temporales que fijos