Bueu, entre la ría y la montaña

Alfredo López Penide
LÓPEZ PENIDE PONTEVEDRA

PONTEVEDRA

XOÁN CARLOS GIL

Roberto Vidal, presidente del equipo de balonmano de la localidad y cicerone ocasional La sección «De paseo con...» abandona momentáneamente la ciudad de Pontevedra para adentrarse en una de las localidades costeras más interesantes de la comarca. Roberto Vidal, presidente del equipo de balonmano de esta localidad, mostrará su faceta de cicerone dando a conocer los secretos de Bueu. En esta labor, a buen seguro, se mostrará tan firme como lo ha sido al timón de su club a lo largo de estos últimos ocho años, en los que ha conseguido, entre otras cosas, dos terceros puestos en la Segunda División Nacional en 1999 y en 2000, además de cuatro copas Galicia correspondientes a esta categoría.

06 jul 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

Encontrar un buen alojamiento en Bueu es, según Roberto Vidal, algo relativamente sencillo, «ya que no hay muchos sitios». «Pero dentro de los que existen _explica_ yo alojaría a mis amigos en el Hostal-Restaurante Loureiro». Entre otras razones, el presidente del Bueu Atlético Balonmán argumenta que su situación geográfica es inmejorable, en el sentido de que «está justo encima del mar». «Dormirse al ritmo de las olas debe ser una cosa inolvidable», reflexiona. La ruta matinal comienza con un saludable desayuno en el propio establecimiento. Este conocido guía apuesta por salir temprano cuando el sol ni calienta, ni quema. La primera parada la constituye el Monte de Hermelo donde se encuentra la denominada Cruz de Hermelo, en la aldea del mismo nombre. Este punto se caracteriza porque desde él se pueden ver simultáneamente tres de las Rías Baixas, la de Pontevedra, Vigo y Arousa. Al mismo tiempo, este encuadre natural permite la observación de la Illa de Ons, de Onza y de las Illas Cíes. «Es la única zona de Bueu desde la que se divisa este pequeño archipiélago». Con toda probabilidad, el siguiente punto del recorrido propuesto por este guía de lujo lo constituiría el Museo Massó, frente al Puerto. El problema lo constituye, como advierte Roberto Vidal, el hecho de que «es una visita imposible de momento, porque está cerrado». No obstante, el presidente del Club Atlético Balonmán se reafirma en la idea de que «sería uno de los puntos importantes del recorrido». Posteriormente, y ya que, en su opinión, «aquí grandes monumentos no hay», la comitiva se encaminaría a un noble edificio muy bien situado y con unas vistas muy bonitas. Es el Pazo de Santa Cruz, donde se rodaron hace bastantes años algunas escenas de la conocida serie de televisión Los gozos y las sombras. Además, y si el tiempo no apremia para comer, Roberto Vidal propone acercarse hasta el vecino Pazo de Ouril, que se caracteriza porque muchas parejas de recién casados lo eligen como escenario de las fotos de su álbum de bodas. La siguiente parada entra de lleno en la cultura culinaria. Unos «pinchitos» de pescaditos fritos en la playa de Beluso, se constituirán en el prolegómeno de una comida en este mismo escenario o, si se busca algo más típico y con viandas más caseras, la elección es Casa Benito y Chouzo. Roberto Vidal se decanta por un menú que comenzaría con una buena ración de vieiras, «el problema es que no las hay» _¡gran problema!_, a las que seguirían sendas «tapitas» de pulpo o de cualquier marisco de la ría, como nécoras, centollos o cigalas. Para terminar, un rape, un «lenguadito» o una buena merluza. Todo esto acompañado por un Tintafemia, «pues nos encontramos en Bueu».