El cómico gallego Luis Piedrahita participa hoy en «Carballiño Comedy»
02 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Hoy • 20.00 horas • O Carballiño (auditorio) • Con el descuento del 30 % de Clicentradas: 12,60 euros, más gastos de gestión • Prosigue el ciclo «CarballiñoComedy». Hoy con Luis Piedrahita.
-«Las amígdalas de mis amígdalas son mis amígdalas», ¿hay alguien que haya dicho bien el título de su espectáculo a la primera?
-Es un título que cada uno puede decir como quiera. Permite reinvenciones, deconstrucciones y libres interpretaciones. Como hacen los nuevos chefs con la tortilla.
-¿Da alguna pista (el título) sobre lo que veremos?
-No da ninguna pista. De hecho, en el espectáculo no se habla de amígdalas en ningún momento. El título es porque las amígdalas son la parte del cuerpo que uno enseña cuando se ríe. Cuando el respetable se ve poseído por las carcajadas, yo veo sus laringes desde el escenario. Veo un jardín florido de rosadas amígdalas que considero amigas. Por eso el título: «Las amígdalas de mis amígdalas son mis amígdalas». Insisto, en el espectáculo no se habla de amígdalas en ningún momento. Hay que avisarlo porque muchos asisten solo por si hay chistes sobre tejido linfoide y no quiero que se lleven a engaño.
-¿A qué Piedrahita veremos?
-Al cómico. No haré magia, ni se proyectará ninguna película. Pero sí es cierto que todas esas disciplinas han enriquecido mi forma de hacer humor. Todo lo que he aprendido del ilusionismo hace que mi humor sea un poco más mágico. El público encontrará un espectáculo de humor, cotidiano e ingenioso. Humor blanquito como las moscas polares. No es un espectáculo crítico ni corrosivo. Se trata de un humor más poético que político. El humor entendido como un arma de construcción masiva. Yo garantizo que todo aquel que venga, saldrá mejor de lo que entró.
-Todas las críticas del espectáculo son muy buenas y, sobre todo, aplauden su forma de hacer humor. ¿Cómo se definiría?
-Dicen que lo definido nunca debe formar parte de la definición, y mucho menos ser el autor de dicha definición. Pero si insistes mucho, me definiría como un tipo afortunado que ha tenido la suerte de dedicarse a hacer las cosas que más le gustan. Cuando uno se define a sí mismo siempre corre el riesgo de caer en ese género literario que podríamos llamar «biografía de perfil de tuiter».
-Muchos destacan su uso impecable del lenguaje. ¿Es este su mejor arma?
-El lenguaje es la única herramienta que tenemos para compartir nuestro tesoro más valioso. Es el único medio para poner en común sentimientos, ideas, pensamientos… Cuanto más desarrollada esté esa herramienta y cuanto mejor se utilice... mucho más mejor.
-¿Hay retranca en su humor?
-La retranca gallega ayuda para todo. Ayuda para hacer un nuevo espectáculo humorístico, ayuda para reír con los amigos, ayuda para reparar un automóvil averiado, ayuda a sobrellevar una fractura de tibia, ayuda a olvidar los despechos amorosos, ayuda para entender nuestra condición de mortales… El humor ayuda mucho. Básicamente, hace la vida soportable. Y el público gallego siempre ayuda también. En mi caso es como jugar en casa. Eso siempre suma. Ten en cuenta que yo casi siempre hablo de mi infancia y mi infancia sucedió en Galicia. Trabajo muy a gusto aquí.
-¿Cuánto tiempo lleva el espectáculo en cartelera?
-No llega a tres años así que.. ¡Todavía son amígdalas muy jóvenes! ¿Te refieres a si me canso de hacerlo? Imposible. Me encanta. «Las amígdalas de mis amígdalas son mis amígdalas» es el mejor show de humor que he hecho hasta ahora. Me gusta tanto que no me pierdo ninguna representación. Voy a todas.