El expolítico popular e impulsor de la asociación Centro censura la gestión vecinal y señala incluso irregularidades en decisiones de Limiar
04 ene 2015 . Actualizado a las 05:10 h.A sus 70 años, Ignacio Martín Amaro inicia una nueva aventura. Aunque nació en Alicante, su vida profesional ha estado siempre ligada a Ourense. Expolítico del PP, licenciado en Derecho y Económicas y creador de la asociación de vecinos san Lázaro (y más tarde Centro) de la capital, acaba de constituir la Federación Ourensana Comunitaria, a la que se han unido, de momento, siete agrupaciones de la provincia.
-¿Cuál es el sentido de esta nueva federación?
-La idea es recoger todas las inquietudes en una sola voz. De todo tipo de asociaciones o federaciones de Ourense. Los fines son muy dispares y diversos, según se vayan planteando las necesidades de cada colectivo. Se harán labores de asesoramiento, charlas y conferencias y actividades de todo tipo.
- ¿Se trata de cubrir un espacio que no existe?
-Hoy en día existen tres federaciones, Limiar, la agrupación Miño (desligada de Limiar) y una de O Carballiño. No queremos cambiar unas por otras, simplemente unirnos todas para tener una voz común. Por encima de todo se trata de defender a Ourense.
-Desde la asociación Centro, a la que pertenece, existen discrepancias con Limiar, ¿cuál es la razón?
-Una asociación o una federación tiene que ser democrática. Se habla mucho de transparencia, en todos los aspectos. Pero no se puede ser libre si estás dependiendo de una subvención. La Federación Limiar consiguió en el 2013 unos 36.000 euros. Las cuentas de Limiar tienen que ser transparentes y claras.
-¿No son transparentes?
-Creo que sí. Pero, digamos, hay estilos de dirección absolutistas y estilos de dirección participativos. Yo ahora tengo una relación fluida con Manuel Carnero y a ver si tratamos de arreglar las cosas. Sería importante recuperar la confianza. Nosotros lo que queremos es unir.
-¿No deben, por lo tanto, sentirse atacados, por la creación de la nueva federación?
-No quiero atacar a nadie ni quiero crear enemigos, en absoluto. Todo lo contrario.
-Cuando dice que las subvenciones condicionan, ¿se refiere a que no pueden actuar libremente?
-Sí. Exactamente.
-Un ejemplo.
-Es en general. Cuando dependes de una subvención te encuentras amarrado al organismo que te la da y en cierta medida tienes que estar con las manos libres para poder reivindicar cualquier problema.
-También hubo discrepancias con la elección de Eladio Fernández como presidente de la confederación gallega de vecinos, Cogave.
-La propuesta partió de Limiar. Por eso dije que los estilos son distintos. El presidente designó a Eladio Fernández y, según los estatutos, la persona que se presente a ese cargo tiene que llevar dentro de Cogave como mínimo un año. Y esto no se cumple. Puso como tesorero a un hombre de su confianza y el secretario, que iba a ser Mercedes Alcalá, al final no fue, por discrepancias. Y se puso él [se refiere a Carnero].
-¿Por qué no se impugnó?
-Se protestó. En la asamblea que se celebró salió por unanimidad, porque ¿quién se atreve a decir allí que no es legal? Habría que haber levantado la mano.
-Ahora con la nueva presidencia de Cogave, ¿cómo ve su trabajo?
-Hay cosas raras. Por ejemplo, la federación Limiar tiene una sede y una secretaria. Pero el actual presidente se ha llevado la sede de Cogave a su despacho profesional y ha llevado de secretaria a su compañera. Yo esto ya se lo he dicho a Manuel y me ha pedido disculpas por el error cometido. Dan premios y compran voluntades. ¿Por qué gastan en eso?
-¿Podría la asociación Centro abandonar Limiar?
-Es futurible. No se descarta. Todo depende de cómo evolucione el año que viene.
ignacio martín amaro presidente de la federación ourensana comunitaria