Una testigo vio a Nerea Añel y a su novio irse juntos del motel en el que fue vista por última vez

m. rodríguez OURENSE / LA VOZ

BARBADÁS

Se grabó una reconstrucción de los últimos pasos de la joven

08 feb 2022 . Actualizado a las 15:53 h.

La investigación judicial para intentar aclarar cómo murió la joven Nerea Añel, cuyo cuerpo con signos de violencia se encontró en el entorno de la aldea abandonada de Os Muíños (Barbadás) sigue dando pasos lentamente. El miércoles por la tarde se llevaba a cabo una reconstrucción de hechos en el motel y en el sendero en el que la joven fue vista por última vez con vida, el 15 de febrero del 2020, en compañía de su entonces pareja, Julio G. S., que es sospechoso de estar vinculado con su muerte, aunque está por aclarar si esta se debió a un homicidio o a un mortal accidente. El investigado, que está en prisión por otra causa, no acudió ayer a esta reconstrucción judicial, que se llevó a cabo durante dos horas, ya que su presencia era voluntaria y su defensa no lo consideró necesario.

El recorrido que hizo la comitiva judicial, encabezada por la instructora Eva Armesto, y en la que participaron la fiscala, abogados de la defensa y de la acusación particular, fue grabado por un equipo policial, con el fin de que esta diligencia quede documentada en formato audiovisual por si es necesario reproducirla en una futura vista oral. Estaban citados para contar lo que vieron aquel día tres testigos, dos empleadas del motel Cancún y un taxista, que expusieron sobre el terreno un testimonio similar al que ya habían ofrecido en el juzgado, según las fuentes consultadas. Una de las trabajadoras apuntó que había visto claramente que ambos tomaban el camino que hay a la izquierda del motel, paralelo a la carretera OU-540 en su primer tramo denominado rúa Arturo Baltar. El novio sospechoso había declarado en su día que él se había ido por la carretera sin ella. Los otros dos testigos no vieron adónde se dirigían, aunque el conductor mencionó que no había visto al chico en la calzada.

La comitiva judicial —en la que había agentes de la Policía Nacional de la UFAM, Policía Científica, UDEV y un profesional de la Sección de Análisis de Conducta llegado desde Madrid— se encaminó hacia el río Barbaña, al que se accede a través de dos senderos de fuerte desnivel. Llegaron a un primer punto, donde el informe forense sitúa que se pudo producir la caída de la joven, que sufrió un golpe mortal en la cabeza, y luego a la zona donde apareció el cuerpo de Nerea Añel.