El yacimiento arqueológico de Allariz permite conocer cómo eran las casas del rural en el Imperio romano
ALLARIZ
Las últimas excavaciones sacaron a la luz bodegas y patios
19 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El yacimiento de Armea, en Santa Mariña de Augas Santas (Allariz), se ha convertido en los últimos años en un referente de la arquitectura doméstica de la época romana en la península ibérica entre los siglos I y III d. C.. Se cumplen doce años desde que el Concello de Allariz y la Universidad de Vigo, a través de la Facultad de Historia del campus de Ourense, se aliaron para dar luz a un yacimiento en el que año tras año se descubren cientos de fragmentos de cerámica y vidrios, que explican cómo era la vida en las casas del rural romano.
La Cibdá de Armea, junto al Forno da Santa y al núcleo de Santa Mariña de Augas Santas convierten a esta zona en un segundo casco histórico del concello de Allariz. La alcaldesa, Cristina Cid, visitó este martes Armea, junto a Adolfo Fernández, director de las excavaciones, y representantes de la Universidad de Vigo y la Xunta, que colaboran en el proyecto que se financia anualmente con 70.000 euros de las tres instituciones. El Grupo de Estudos de Arqueoloxía, Antigüidade e Territorio (Geaat) del Campus de Ourense es el que lleva a cabo los trabajos.
La estimación de superficie excavada en la intervención de este año es de trescientos metros cuadrados. Se encontraron más restos de edificaciones romanas, así como vidrios, cerámicas, metales, rosetas y trisqueles. Se analizarán en la Universidade de Vigo y seguidamente pasarán al Museo Arqueolóxico Provincial, donde se guardan todos los hallazgos de Armea. Entre las piezas encontradas durante la campaña del 2022, se encuentra la parte superior de una estela funeraria, lo que indica la existencia de una necrópolis cerca de Armea, aunque todavía no está localizada. «Probablemente está reutilizada e este non é o seu lugar habitual, seguro que a necrópole está preto. Danos a idea de que existe esa zona funeraria onde se enterraban ás persoas que vivían aquí», explica Adolfo Fernández.
Además, se terminó la excavación de la Domus Norte (una de las casas). Encontraron sus muros exteriores, así como más estancias como bodegas y habitaciones. Completan los hallazgos una nueva casa con un patio central, que indica la importancia de este asentamiento romano que cuenta con edificaciones de dos pisos que, aunque no se conservan, se intuyen por sus columnas. «Na parte sur da Domus do Trisquel atopamos patrimonio monumental moi ben conservado, con lousados de pedra, canais de desaugadoiro e unha zona interesante con canalizacións que parecen que veñen de pisos superiores. Temos de novo casas de dous alturas», añade el arqueólogo.
Tras las excavaciones, que se llevan a cabo en los meses de verano, comienza la etapa de la restauración y consolidación de lo encontrado. Hasta la próxima intervención de campo, se procede al trabajo de procesamiento de los datos en el laboratorio de arqueología y a su catalogación. Está previsto, y puede ser una realidad el año que viene, la puesta en marcha de un recurso tridimensional en el propio yacimiento para que se puedan ver las casas tal y como eran en el siglo I. La denominada atalaya está completa y el proyecto continuará ampliando más áreas de la ciudad, en una nueva zona.
La importancia de los trabajos en Armea está en que es de los pocos asentamientos romanos de su época, ubicados fuera de las grandes ciudades, como Lugo, que conservan casas completas. «Esta é unha cidade pequena, do rural, con grandes vivendas», añade el arqueólogo. No solo eso, se cree que en las cuatro hectáreas que ocupa el yacimiento podría haber fases prerromanas. «Falta por saber se hai un castro anterior», añade. También quieren conocer cuáles fueron las causas por la que en el siglo III sus habitantes se marcharon. «Foi un abandono pacífico, non violento. As casas destruíronse co paso do tempo. Pensamos que é un proceso que ven vinculado á crise xeral do Imperio romano. Algo pasa co movemento da poboación e Armea é un referente para sabelo», explica Adolfo Fernández.
El yacimiento comenzó a excavarlo Francisco Conde-Valvis Fernández, en la década de los 50 del siglo pasado. Encontró, entre otros objetos, un pequeño fragmento de un agitador de perfumes que se conserva en el Museo Arqueolóxico Provincial así como una de las piezas estrella, el guerrero. En aquel entonces hallaron molinos, muros y mucha piedra decorada. Decidieron taparlo todo y en el 2011 el Concello de Allariz impulsó sus excavaciones.
Este verano trabajó en la zona un equipo formado por veinte personas, miembros del Geaat y alumnado de prácticas. La intervención se centró en la Domus Norte. «O que facemos co alumnado é unha escavación máis de vagar, para que se formen en arqueoloxía de campo, e centrámonos en detectar os niveis máis antigos de ocupación, pois sabemos que hai casas debaixo das casas que agora xa se ven, debaixo das grandes domus», relata el arqueólogo.
En otoño se hizo una intervención con un equipo más reducido, de seis personas (tres técnicos y otros tantos auxiliares), centrada en ampliar la Domus do Trisquel, donde apareció un atrio interior totalmente enlosado.
El próximo lunes empezará la intervención para actuar sobre los restos descubiertos, ya que es necesario realizar tareas de consolidación de muros, tapado de estructuras y pavimentos. Además, se completará la renovación de toda la señalización del yacimiento y se instalarán indicadores. «Aproveitamos o outono para levar a cabo traballos de musealización. O ano que vén, o xacemento xa estará cunha imaxe renovada e con novas zonas de visita. Agora ven a parte de traballos sobre eses muros que puxemos á vista. É necesario restauralos e conservalos para que o público poida gozalo e entender sen problemas de conservación», relata Fernández.
En este mismo sentido trabaja ya el Concello de Allariz. La alcaldesa, Cristina Cid, avanzó que se presentará en un plan de gestión de este espacio para que sea un revulsivo, además de patrimonial, turístico.