Los hombres de Dani Llácer dominaron el derbi de Espiñedo, apenas pasaron apuros y perdonaron en los metros finales
22 nov 2025 . Actualizado a las 22:51 h.El Ourense CF fue muy superior a un Arenteiro que no pudo inquietar a Álvaro Ratón y se vio impotente ante un enemigo mejor armado, que pudo matar el partido mucho antes del definitivo 0-2 en el tiempo de prolongación. Todo en un derbi que marcaba el estreno de Jorge Cuesta con la batuta de los de casa.
El primer tiempo fue plomizo como la fría noche carballiñesa y la intensidad que exhibieron ambos equipos en la presión forzó una contienda cerrada y con mínimas aproximaciones a las áreas. Los visitantes se mostraron más compactos en la parcela ancha, con César Moreno, Jerin y Nacho Castillo manejando mejor las operaciones, aún sin encontrar el pase fluido a su tridente de vanguardia.
Una tarjeta de revisión que salió disparada desde el banquillo local alteró la modorra de los primeros compases, pero el colegiado cántabro no vio la agresión a Ferreiro que protestaban los verdes. Antes de completar los veinte minutos fue el cuarto árbitro el que le echó un vistazo al monitor para evaluar el gol que un asistente había anulado a Luca Lohr, después de una falta lateral que botaba el propio veterano de Baños de Molgas.
La estrategia le otorgó la primera oportunidad a los inquilinos de O Couto, con el pie privilegiado de Nacho Castillo para que Aymane Jelbat cabecera fuera. Desde el banquillo de Dani Llácer salió otra petición para recurrir al videoarbitraje, puesto que el propio central insistía en que su remate fue desviado con la mano. El árbitro no lo vio así.
En esa recta final hacia el descanso, un buen recorte de Cuéllar terminó en un disparo que no cogió portería y desde la banda del anfitrión agotaban sus peticiones de rectificación arbitral, en busca de una segunda amarilla a César Moreno que el juez tampoco sancionó. La guinda la puso Amin, al rematar un servicio de Omar a las manos de Diego Garcia. Poco bagaje para un duelo tenso pero con poca chica en los polos del rectángulo.
La segunda entrega fue del color albinegro que vistieron los visitantes. Para empezar, Omar se plantó para un remate que no definió bien, pero la jugada terminó en la frontal del área para que Nacho Castillo soltara un latigazo con el exterior que tomó un efecto diabólico para colarse junto al palo derecho de la meta de Diego. Un gol de premio que ya quisiera firmar cualquier profesional de élite.
La diana le dio alas a un Ourense CF que sometía con el balón y que se adelantaba en la mayoría de los duelos particulares. Amin no tardó en unirse a la fiesta, rematando un centro de Guerrero y el meta local sacó la manopla para impedir el segundo de la noche. Jelbat remató una estrategia, como casi siempre, y los nubarrones se cernían sobre la actuación de los verdes, que capearon el temporal como pudieron, hasta que la entrada de Diego Moreno dio paso a un cambio de sistema que dejó a tres zagueros cerrando, con el recién incorporado y Jordan buscando más profundidad en las bandas.
Reacción efímera
Asumiendo más riesgos, Víctor Mingo estuvo a punto de enganchar un centro que había colado Lluis Llácer en el área pequeña. Casi a renglón seguido, Martín Ochoa estuvo a punto de marcar en una finalización que se le fue desviada por poco, si bien el árbitro había anulado la acción por una falta al cargar el área los verdes con varios hombres.
Los ourensanos seguían llevando el peso del juego en la medular y utilizaron una falta lateral lanzada por Hugo Sanz para intimidar con el perfecto remate de Yuste que se estrelló en el travesaño. A los carballiñeses no les quedaba otra que seguir intentándolo, aún descubriendo su retaguardia y Ochoa volvió a intentarlo sin fortuna. De hecho, el siempre incisivo Omar volvió a encontrarse con un Diego García bien colocado.
Entonces llegó la segunda amarilla de Llácer, que en buena medida minimizó las opciones del Arenteiro de sacar algún rédito positivo del encuentro.
Si los visitantes ya habían refrescado convenientemente sus piernas, William De Camargo vio una amarilla antes de saltar al terreno de juego, por lo que el cambio fue anulado cuando los de casa ya jugaban con uno menos.
El desenlace ya tuvo poco historia, más allá de la incertidumbre de un marcador ajustado que intentaban ampliar los que ya mandaban. Un desliz defensivo de los anfitriones dejó el balón franco para David Muñoz, que inexplicablemente lo mandó fuera.
En la otra portería solo un centro de Jordan hizo trabajar un Álvaro Ratón muy atento en su plácida visita a casa. Después fue Diego García el que le puso el candado a su puerta y avivó el aliento de su equipo, con dos paradas estelares a Omar y David Muñoz. Fue la antesala del 0-2. El primero se fue veloz a la contra y le acompañó el burgalés Muñoz, que al final se salió con la suya. El marcador hizo justicia a un equipo crecido, que castigó al farolillo rojo.
CD ARENTEIRO (0): Diego García, Jordan, Lohr, Eliseo, Llácer, Brais Val (Julen Jon, min 57), Bastida (Adilson, min 88), Cuéllar (Martín Ochoa, min 57), Dani González (Diego Moreno, min 69), Ferreiro y Mingo.
OURENSE CF (2): Ratón, Miguel Prado (Enol Coto, min 65), Carmona, Jelbat, Hugo Sanz, César Moreno (Yuste, min 46), Jerin, Nacho Castillo (David Muñoz, min 75), Guerrero (Marco Camus, min 65), Omar y Amin (Aranzabe, min 88).
GOLES: 0-1, min 49: Nacho Castillo; 0-2, min 95: David Miuñoz.
ÁRBITRO: Pardeiro Puente, del comité cántabro. Expulsó a Llácer (min 87).
INCIDENCIAS: Espiñedo. Noche fría para el derbi provincial de la Primera Federación.