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Imagen de la muestra fotográfica de Plácido L. Rodríguez en el centro cultural Marcos Valcárcel
Imagen de la muestra fotográfica de Plácido L. Rodríguez en el centro cultural Marcos Valcárcel Santi M. Amil

Plácido L. Rodríguez expone en el centro cultural Marcos Valcárcel

12 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

«Resiste. Ó feitizo das sombras, ós soños rebaixados e de saldo, á ollada tenra do fariseo, á doenza dos corazóns xeados…», Clara Martín.

La exposición Dacabalo do aire reúne la espléndida colección de imágenes con las que Plácido L. Rodríguez ilustra los textos de Clara Martín, recogidos en el libro de relatos homónimo presentado en el centro cultural Marcos Valcárcel. Fotografías que permanecen expuestas en sala, generando esa atmósfera única que Plácido consigue trasladar a sus acciones visuales, ya que es capaz de captar el instante fugaz de la idea, la tormenta del gesto, la traición del tiempo, el latido. En blanco y negro con su matiz atemporal, universal y sin referentes contextuales, como la vida, con sus luces iridiscentes y sus sombras tenebrosas, constituye un testimonio plástico y poético, que invita a explorar la belleza y a reflexionar sobre la esencia del ser y el sentir, trágico y mágico de nuestra tierra. Dacabalo do aire, historias de ver y leer, constituye un reto estimulante, sinestésico y simbiótico en su comunión entre pasado y presente, ya que integra quince relatos de tradición oral, recopilados y reescritos por Clara Martín, que discurren entre la media verdad de la leyenda y en la media mentira de la realidad.

Historias de naufragios como la tragedia del Serpent, recogida en El Cementerio de los ingleses, lugar donde descansan 142 de los cuerpos recuperados del Atlántico, narrando el fatídico final de 173 tripulantes de los 176 del acorazado británico que naufragó en 1890 bajo la tenue luz del Faro Vilán en Cabo Trece. O la Historia do derradeiro maquis, Anai, meiga dos lobos, A maruxaina... historias que forman parte de nuestra idiosincrasia como pueblo y de nuestro capital cultural reflejadas con la revolucionaria mirada contemporánea de la fotografía de Plácido, que en planos de corte paracinematográfico, ilustra estas historias como secuencias.

Son 32 las imágenes expuestas tras las que se esconden rostros conocidos y familiares con la distorsión velada una intencionada prosopagnosia, algún autorretrato esquivo y conmovedores y extraños, entre la ternura y la crítica social, la pérdida y el abandono, la sorpresa extraordinaria de las fotografías que ilustran Lorenzo, especialmente impactante, y Unai, tan inquietantes como empáticas que evidencian la bonhomía, el compromiso y la enorme altura del fotógrafo. Camas vacías en Sammael, altivo Castillo de Monterrey entre brumas profundas, ermitas misteriosas, escenografía de decadente romanticismo en A sociedade do Óso y lunas llenas de Reina loba en Anai.

Clamor de naufragio y accidente en Unai y A maruxaina, la eterna primavera y promesas enterradas en la hierba en O Castelo de Doiras, la oscuridad de las fantasmagorías danzantes de las velas en superstición y clandestina brujería, trasnos, demonios y tangaraños en Lorenzo,

Establece un diálogo entre los sujetos fotografiados y la mirada del fotógrafo, creando una conexión única entre la observación y la captura artística. Con la distorsión y el barrido, que constituye un paseo por las entrañas de la imagen, incitando a pesar que es el diletante observador quien transita por recónditos escenarios; ajena al fotomontaje, la modelo levita a plena luz del dia, dacabalo do aire y usando el trampantojo como herramienta fruto del ingenio y de su capacidad compositiva para generar ambientes inmersivos para la experiencia visual compartida.

Cabe destacar la intensa captación psicológica del visionario artista, la expresión narrativa presente en las imágenes, su visión analítica y su cultura cinematográfica, que revelan realidades paralelas y profundizan en nuestra identidad como sociedad, enjambre, y las interferencias, acciones, disrupciones y destrucciones del ser humano en el paisaje.

Plácido L. Rodríguez traslada con su habilidad para capturar la esencia de los sujetos con sensibilidad y poesía que trasciende, intimista y conceptual, la mera representación visual. Consigue atrapar el paisaje en su realidad, sin artificio. Su trabajo no solo documenta la realidad, sino que también la cuestiona, ofreciendo una visión crítica y reflexiva de la sociedad contemporánea. Su obra desafía las convenciones y empuja los límites de la fotografía como medio de expresión artística y social.

Dacabalo do aire es una invitación a vivir la literatura desde el descubrimiento de la imagen. Plácido L. Rodríguez y Clara Martín nos guían en este viaje visual, donde las leyendas y las realidades se entrelazan en un abrazo artístico y emocional.