Christian Santos se bautiza con gol en Espiñedo y tumba a la Leonesa (1-0)

El Arenteiro compite contra cualquiera. Era la obsesión de Javi Rey y de todo su cuadro técnico, cuando el equipo verde aterrizó en la Primera Federación. Esta vez superó a uno de los grandes, una Cultural Leonesa legítima aspirante al ascenso, que dobló la rodilla ante el descaro y la ambición de los carballiñeses. Por si fuera poco, su nuevo ariete, Christian Castro, debutó con un decisivo gol: 1-0.

Arrancó ambicioso el once de Espiñedo, que apostaba por Esquerdo y Marino en el doble pivote, una dupla que rindió en la faceta creativa y también curró a destajo en fase defensiva. Los primeros avisos llegaron desde la derecha, con Jordan doblando bien a Pibe y contactando con la movilidad de Chacón, que también se convertía en una pesadilla para la retaguardia leonesa, que no era capaz de detectarlo más que en última instancia, como en la oportunidad que desvió Quique Fornos a córner o la que sacó sobre la línea Rodri Suárez, cuando Manín le puso el cuero en la cabeza al de Pontedeume, tras dos rechaces consecutivos.

Los visitantes tardaron veinte minutos en rematar con cierto peligro y lo hizo el joven Nico Toca, en una acción de estrategia, la mejor arma de los hombres de Raúl Llona que no lograban hacerse con el control en la medular e iban a remolque de los anfitriones. En el polo opuesto, Pibe seguía sembrando incertidumbre y una entrega suya fue cabeceada por Álex Cardero, ligeramente desviada. El repertorio de los de casa se amplió con un obús lejano de Jordan que le salió muy centrado y, aún así, complicó la vida a Bañuz, que rechazó como pudo. Pibe volvió a incidir con Cardero y esta vez fue un zaguero el que la mandó a córner.

Tras la pausa, Llona optó por relevar a Toca para incluir más músculo y experiencia con Diego Barri, mientras los carballiñeses encajaban un golpe en su ánimo, al retirarse Pibe entre lágrimas, tras comprobar que no era capaz de continuar por un problema físico.

Le costó centrarse de nuevo a los hombres de Javi Rey, que se mantuvieron atentos en defensa y hasta pudieron abrir el marcador con un remate espectacular de Vicente Esquerdo, que no cogió puerta por poco a la salida de un córner. Lo cierto, en todo caso, es que eran los leoneses quienes tomaban el mando de la disputa, con Fabio Blanco poniendo en muchos apuros a los defensores que se encargaban de cubrirlo. No enchufó por poco un balón que le cayó del rechace de Pablo Brea y después se encontró con un Javi Moreno que liquidó la acción con un saque de esquina.

El Arenteiro no había claudicado, todo lo contrario. Esquerdo engarzó una buena combinación con Tiago, que la tocó con clase y se le escapó rozando la escuadra. Álvaro Ramón también protagonizó otra de sus habituales visitas al área sorprendiendo a todos sus adversarios, menos a Bañuz, que evitó el tanto.

Desde el banquillo local le daban el testigo a Christian Ramos. El venezolano apenas se incorporó el miércoles a los entrenamientos y, nada más saltar al campo entre aplausos, se dispuso a rematar un lanzamiento desde el ángulo. Quique Fornos forcejeó durante varios segundos con el ariete, que terminó por ganar el sitio en el área pequeña y solo acomodó la cabeza para rematar el caramelo servido por Vicente Esquerdo.

Faltaban algo más de once minutos y el alargue. El Arenteiro también cumplió en la misión de administrar la ventaja. Apenas sufrió, pese a que los visitantes dieron entrada a un Dorian Júnior que los había doblegado con su gol en el Reino de León. A la postre, tres puntos de oro se quedaron en casa. Ya son 33 y un objetivo encarrilado, aunque nadie baja la guardia aún.

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