Maya tiene dos ángeles de la guarda

OURENSE

MIGUEL VILLAR

El fondo social de la clínica Abros salva a una perrita en Ourense

28 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hasta para ser perro hay que tener suerte. Y Maya la tuvo en el último año, aunque para llegar hasta ese momento tuvo que sufrir. Su vida cambió cuando Tiffany, una joven ourensana, la rescató de la calle. Desde entonces son inseparables. Pero hace seis meses a Maya le empezaron a salir unos bultos en el hocico. Una infección que llegó a complicar la visión de la perra y que supuso el inicio de periplo de clínica en clínica, un gasto que Tiffany no podía soportar, pero que asumió, con la ayuda de su madre, Rosamary.

La suerte las hizo llegar a la clínica Abros del grupo veterinario AniCura, donde estaba el segundos ángel de la guarda de Maya.

El veterinario dio con su problema: una infección en la boca. Y Tiffany no tuvo que pagar la operación.

El apoyo de la clínica Abros

La clínica puso en marcha un fondo social para atender a las mascotas cuyos cuidadores se encontrasen en situación de desempleo o ERTE y también a los autónomos que hubieran cesado su actividad a causa del covid-19. Los ingresos en casa de Tiffany -el sueldo de su madre Rosamary- habían mermado por culpa de la pandemia. Es planchadora y se quedó sin trabajos.

Así, entraron en este fondo social que cubría -por que ya se ha invertido todo lo previsto- hasta 500 euros por mascota en aquellos tratamientos de medicina veterinaria especializada como oncología, cirugía o pruebas diagnósticas, que suelen suponer un gran desembolso para los propietarios.

Ahora Maya ya está bien y Tiffany y su madre respiran, porque hasta que llegaron a Abros no sabían si serían capaces de encontrar la solución y poder sufragar los gastos.

«Para Tiffany, Maya es todo. No estábamos dispuestas a dejar que se muriera sin hacer todo lo posible y al final apareció el milagro», dice Rosamary.