El sector pide flexibilidad y O Cimborrio teme excesos en ocupación de la vía y ruidos
26 nov 2020 . Actualizado a las 12:00 h.El gobierno municipal ha propuesto la aprobación de una instrucción exprés para establecer las condiciones en las que se puede autorizar a los hosteleros ourensanos la instalación de terrazas en la vía pública. Aunque no es necesario desde el punto de vista administrativo, el ejecutivo decidió abrir un período de alegaciones para que cualquier interesado propusiese correcciones o mejoras en el texto. El plazo para ello terminó a medianoche y este jueves se sabrá cuántas se han presentado. Hasta el miércoles eran tres las tramitadas: una de la Unión de Hosteleros de Ourense, otra la asociación vecinal O Cimborrio y una más de un particular.
Las dos primeras han servido para reabrir el debate que enfrenta desde hace años a una parte de los vecinos y de los hosteleros del casco viejo. El gobierno municipal tendrá difícil conciliar los intereses de unos y otros puesto que sus propuestas son contradictorias entre sí. La UHO presentó ya en octubre sus reivindicaciones y, entre ellas, estaba la de que la nueva normativa no sea demasiado restrictiva en cuanto a ruidos. Y esa referencia ha disgustado a la asociación O Cimborrio.
«El ruido hace más difícil la vida a quien lo padece. Afecta directamente a las personas residentes invadiendo la intimidad de su hogar, altera el descanso y daña la salud, que son derechos fundamentales», argumenta el colectivo vecinal, que lamenta que la instrucción deje el control de la contaminación acústica de lado y únicamente se remita a la ordenanza específica que ya existe sobre esta materia. En este sentido ya se ha pronunciado el city manager, Francisco Cacharro, que fue el encargado de redactar la nueva norma. Asegura, sobre la protección de ruidos, que «a instrución non é moi restritiva, dado que neste ámbito limítase a unha remisión á ordenanza municipal vixente».
Más o menos espacio ocupado
Otro punto de fricción es la ocupación de la vía pública. La UHO presentó varias alegaciones para pedir, por ejemplo, que los establecimientos situados en galerías y plazas interiores puedan colocar terrazas fuera, en la calle. Pedían también que los veladores puedan instalarse en zonas de carga y descarga (en las plazas de aparcamiento ya está previsto en el borrador de la instrucción). Además, la norma establece que las terrazas no deben impedir la visión frontal de los escaparates de los comercios y eso a los hosteleros les parece muy limitativo. Por otra parte, la instrucción prevé que los veladores puedan ocupar más espacio del que corresponde a la fachada del local, pero para ello es necesaria una autorización expresa previa de los comercios o comunidades de propietarios afectados y UHO no está de acuerdo.
Los vecinos de O Cimborrio tienen una visión muy diferente al respecto. «Queremos impedir que, con el pretexto de ayudar a la hostelería en estos momentos tan difíciles por culpa de la crisis económico-sanitaria, se produzca un nuevo asalto a los suelos dando una vuelta de tuerca más a la mercantilización del espacio público», dicen las alegaciones del colectivo, que proponen limitar el horario de las terrazas a las 23.00 horas (ampliable a medianoche «en zonas donde no se perjudique al vecindario»).
Un expolicía también alega
También ha presentado alegaciones un exagente de la Policía Local jubilado. Es el documento más amplio de los presentados y detalla diversas irregularidades que, a juicio del reclamante, podrían terminar dirimiéndose en el juzgado. «Se hace de modo unilateral y oscurantista bajo el señuelo de ser motivado por la pandemia del covid-19», dice.
La instrucción será más permisiva con la ubicación de las mesas, pero no con los horarios
La instrucción elaborada por el city manager, Francisco Cacharro, para regular las condiciones para la autorización de terrazas prevé ser más permisiva con su ubicación. Cumpliendo los requisitos establecidos, los negocios de hostelería podrían ocupar fachadas de otros inmuebles o incluso espacios reservados al aparcamiento (tanto en zonas ORA como en las gratuitas).
Además, la instrucción precisa los horarios de funcionamiento de los veladores. En este caso, las limitaciones son más restrictivas que las establecidas para los propios establecimientos. Es así, según explica el texto, para «garantir o dereito ao descanso da veciñanza». Así, en los meses de mayo, junio, julio, agosto y septiembre podrán abrir hasta las 1.30 horas de domingo a miércoles y hasta las 2.30 los jueves, viernes, sábados y vísperas de festivo. De octubre a abril, el cierre será en un caso hasta las 00.30 y en el otro, hasta las 1.30 horas.
Aportaciones de los partidos
Para consensuar la instrucción, el gobierno municipal pidió aportaciones a los grupos políticos representados en la corporación. Todos ellos hicieron, en mayor o menor medida, propuestas y estas ya fueron respondidas por el city manager.
A mayores, el PP presentó la semana pasada un «pacto municipal pola hostalería». La formación pedía entonces su apoyo al resto de partidos, pero hasta ahora no se ha pronunciado ninguno de ellos. Lo lamentó este miércoles la portavoz del grupo popular, Flora Moure. «Consideramos que es de vital importancia y de urgente necesidad que ese documento parta del mayor consenso posible», dijo.