«Nos encontramos un protocolo sin consenso, inaceptable y arriesgado»

Maite Rodríguez Vázquez
maite rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

José Antonio Álvarez Caride, presidente de FAPA Ourense
José Antonio Álvarez Caride, presidente de FAPA Ourense Agostiño Iglesias

José Antonio Álvarez, presidente de FAPA Ourense, recoge las reclamaciones de las asociaciones de padres que ven necesaria más inversión en educación ante el covid

23 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El 10 de septiembre, los colegios de Infantil y Primaria, vacíos desde el mes de marzo, volverán a poblarse de voces infantiles, aunque amortiguadas tras las mascarillas que se presumen obligatorias también en el horario escolar. Una vuelta a clase que es necesaria para los niños, para su formación y socialización, y para los padres, por conciliación. Pero que debe ser segura para prevenir contagios de coronavirus, en un escenario todavía muy marcado por la incertidumbre. Y en ese punto, las asociaciones de padres de alumnos están manifestando su preocupación. Temen la falta de recursos humanos para poner en práctica un protocolo higiénico-sanitario que no les genera tranquilidad. José Antonio Álvarez Caride (Ourense, 1969) es el presidente de la Federación de ANPA públicas de Ourense -que reúne a 98 asociaciones de padres y madres de la provincia- además de vicepresidente de la confederación gallega y miembro de la junta directiva de Ceapa, el colectivo nacional.

-Llevan tiempo preparando el inicio del curso escolar. ¿Ven seguro el regreso en el escenario actual?

-En el confinamiento ya empezamos a trabajar para una vuelta al cole segura. Pero nos encontramos con un protocolo sin consenso, inaceptable y arriesgado En vez de tranquilizar, mete más miedo a las familias. De poco vale un protocolo de entrada y salida -en el papel se soporta todo- si luego hay faltas estructurales; no es lo mismo un aula de 50 metros cuadrados para 25 alumnos que una de 35. Después de hacer números, Sanidade y Educación dejan por aula ese mismo ratio de 25 alumnos, el de siempre. La única diferencia es que, si son 26 desdoblarán, pero solo se hará donde haya infraestructuras. Habrá problemas en las ciudades, en el rural estará más fácil.

-¿Qué aportaciones harían al protocolo de la Xunta?

-Tienen que meter más docentes y no los hay, para poder desdoblar. El protocolo no tiene seguridad, ni plan B, ni contaron con las familias, que tienen que organizarse para conciliar. Estaríamos más tranquilos si participásemos en esas comisiones covid-19 o, mejor, si se reúne al Consello Escolar, el mayor órgano de cada comunidad educativa, cada vez que sea necesario. Nosotros pedimos que se desdoblen horarios, con grupos de cuatro horas por la mañana y otras cuatro por la tarde, y, para eso, hacen falta profesores e infraestructuras. Habría que adaptar los currículos, aprovechar las horas para dar la materia necesaria y troncal, de poco sirve tener muchos temas en todas las asignaturas si no hay tiempo. Y no nos olvidemos de los niños con necesidades específicas.

-¿Podrán las AMPA mantener las actividades extraescolares, los comedores? ¿Temen alguna reclamación?

-Las AMPA tenemos seguros y estamos cubiertos jurídicamente. En Pontevedra no quieren hacer actividades porque se genera un riesgo. Estamos barajando que responsabilidades y coberturas tienen nuestros seguros, de responsabilidad civil, de accidentes y para los ejecutivos. FAPA Ourense tiene la cobertura de seguros mayor, tenemos los obligatorios y voluntarios. Pero queremos tener la garantía por escrito de las compañías de que estaríamos cubiertos al 100 %. El comedor es un servicio complementario. Hacen falta inversiones. Un comedor de 260 niños tiene que tener ventilación. Harán faltar más turnos pues los chavales tienen que comer relajados, no en veinte minutos, y personal para desinfección y limpieza con Epis. Invertiremos las subvenciones en estos protocolos para ayudar a la conciliación, aunque es difícil.

-¿Algún colegio suprimirá el servicio?

-No nos comunicaron nada. En Curros Enríquez o Inmaculada ofrecieron espacios para separar a los niños. Muchos centros no podrán tener servicios complementarios, por falta de infraestructuras y de docentes.

«Lo de marzo fue un remiendo y no hay plan B por si hay que volver al estudio telemático»

Entre las dudas que hay a poco más de dos semanas para el inicio del curso, están las de qué pasará cuando se detecten contagios en algún centro. Para prevenirlo, desde la FAPA, José Antonio Álvarez insiste en que lo más seguro es hacer más aulas con pocos alumnos.

-¿Cómo valoran la previsión de actuación en caso de contagios?

-Hay incertidumbre y hemos preguntado a la Consellería. Qué pasa si hay un contagio en un aula en la que entra más de un profesor. Si tienen solo uno, también hay discriminación porque habrá alumnos a los que estén dando materias profesores no especialistas y en Primaria no se nota tanto pero en Secundaria ya es otro nivel. Si hay un contagio en una clase, lo normal es que todo el grupo y el profesor estén en cuarentena. Más de dos contagios es cierre de colegio. Preguntamos cómo se organizan para entrar y salir un colegio que tenga solo una puerta. Si hay 600 usuarios, como tiene Prácticas, se invierte la mitad del horario lectivo en entrar y salir con seguridad. Llevará hora y veinte minutos en un colegio grande. Queremos que los jurídicos nos digan que si el responsable de redactar el protocolo es susceptible de denuncia. ¿Quién le paga a la familia su cuarentena si se contagia su hijo? Porque la escolarización es obligatoria. Proponemos que las familias guarden los tiques de gastos añadidos por la conciliación por si hay que presentar una demanda conjunta.

-¿Qué conclusiones sacaron de la enseñanza a distancia durante el confinamiento?

-Lo de marzo fue un remiendo, ni el profesorado ni las familias estaban preparados. Y ahora no hay plan B; si hay que volver al estudio telemático, la formación se dará en septiembre. El profesor no puede mandar solo un enlace a Internet, sino un proyecto.