El vino ecológico del Ribeiro busca ampliar horizontes en Japón

Pablo Varela Varela
pablo varela OURENSE / LA VOZ

OURENSE

CEDIDA

50 empresas gallegas y lusas toman parte en una jornada de exportación de la CEO

29 jul 2020 . Actualizado a las 18:21 h.

Las sesiones de autodiagnóstico exportador de la Confederación Empresarial de Ourense (CEO), que se iniciaron el martes y concluyen este jueves con una segunda jornada, aglutinan a unas cincuenta empresas gallegas y lusas que buscan fórmulas para traspasar fronteras y llegar a nuevos mercados.

Entre ellas está Adegas Celme, una bodega de Castrelo de Miño con apenas cuatro años de vida que se ha especializado en la producción de vino ecológico. Tras la idea está una pareja, Jorge Alonso y Dori Rodríguez, apasionados ambos por el mundo de la uva. Ahora, su sello está bajo la D. O. Ribeiro tras haber comenzado a trabajar los viñedos en el año 2016. Uno más tarde lanzaron su primera producción. «Somos unha empresa pequena. Así que imos dando pequenos pasos, porque non facemos grandes colleitas e tentamos que todo vaia moi coidado. O ano pasado fixemos unhas 12.000 botellas de viño ecolóxico, pero neste 2020 está sendo algo máis complicado, tanto polas consecuencias do covid-19 como porque de por si é un ano difícil para a viticultura», cuenta Jorge.

Por ahora no están exportando su producto, pero sí vislumbran poder hacerlo en los próximos años. «O curso na CEO é interesante porque axuda a entender o potencial de cada empresa e ata onde pode chegar. En resumidas contas, para facer unha predición», explica Alonso. Su estrategia para llegar a largo plazo a otros puntos del globo comenzó siendo intuitiva, de ahí que ahora estén buscando perfilar una estrategia definida, conociendo bien los países donde habría posibilidades de adentrarse y haciéndolo de forma estructurada. «Cremos que hai unha interese no que nós facemos. Máis alá do viño ecolóxico, tamén facemos a pequena escala algunhas actividades e enoturismo e vermús», añade.

Hasta el momento, se han dejado ver en un par de ferias internacionales en Alemania y Japón. En Extremo Oriente no dejaron indiferentes a algunos importadores y establecieron contactos en Tokio para que, más adelante, esa semilla germine en forma de ventas, pero aún parece pronto para desembarcar al otro lado del planeta. «Hai que entender que estas cousas van algo máis lentas, porque as empresas que adquiren a escala mundial teñen a tendencia de ollar primeiro se ti estás asentado dentro do teu territorio nacional», ilustra Alonso. Su reto, ahora, es ganar terreno en ese estrato medio.