Natación artística contra la diabetes

Luis Manuel Rodríguez González
luis m. rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

CEDIDA

La alevín Alejandra Baliñas compitió al máximo nivel nacional con un sensor de glucosa

21 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Alejandra Baliñas López es una de las prometedoras nadadoras del Sincro Ourense. A sus diez años, forma parte del exitoso equipo alevín de la Primera División, que terminó en el reciente Campeonato de España de Verano -en Sabadell-, como uno de los diez mejores del país.

Y además, Alejandra es diabética. El hecho de padecer una enfermedad crónica no es óbice para que la pequeña realice una vida normal y se implique al máximo nivel en el mundo del deporte. Es lo que han podido comprobar en su familia, a través de un colectivo como la Asociación de Nenas, Nenos e Xente Nova con Diabetes en Galicia (Anedia), que precisamente se esfuerza en informar a los afectados de la enfermedad de sus derechos, porque en varias ocasiones no son respetados.

No es el caso de Alejandra, porque como recuerda su madre, Elisa: «Siempre han tenido una gran sensibilidad con ella en el club y le han facilitado la práctica de la natación artística». Entrenadoras como Elvira López o Marta Tardio han contado siempre con las cualidades de una de sus alevines más destacadas, de hecho terminó undécima entre las nadadoras de su edad, las veintiocho mejores del país, en el estatal de Sabadell.

Un reto que pudo asumir la niña ourensana gracias al apoyo de Novalab Ibérica SA, que puso a su disposición el dispositivo Dexcom G6 para medir los niveles de glucosa a tiempo, facilitando su participación en un torneo del máximo nivel. Las propias entrenadoras de Alejandra tenían acceso a través de una aplicación informática a los datos en tiempo real de la pequeña, que así pudo desarrollar los ejercicios sin necesidad de parar para realizar una glucemia capilar. Además, la monitorización a tiempo real y el servicio de alarmas y alertas del dispositivo permitía evitar cualquier problema de hiperglucemia o hipoglucemia que pudiera poner en riesgo a la pequeña.

Su madre admitió que la niña había pedido el sensor, porque se sentía más segura en una competición tan importante, pero el principal inconveniente es que su utilización tiene un coste mensual que supera los 380 euros, lo que resulta un problema notable en buena parte de las economías familiares: «En nuestro caso, sería imposible afrontar ese gasto. Es una enfermedad crónica y no contamos con las ayudas que existen en otros países e incluso otras comunidades autónomas».

Y es que, sin ir más lejos, en Cataluña o Valencia sí están financiados este tipo de sensores por sus respectivos sistemas sanitarios, por citar tan solo dos ejemplos más o menos cercanos en el apoyo a los pacientes que combaten la diabetes con hábitos de vida saludable. Una cuestión que puede parecer meramente presupuestaria, pero que tiene mucho que ver con la planificación que puede llevarse a cabo en determinados estamentos de la sociedad, a los que intentan alertar los colectivos afectados, para los cuales es muy importante el ejemplo de niñas como la joven Baliñas.

Dispositivo

El sistema Dexcom G6, que permitió a Alejandra medirse en igualdad de condiciones a las nadadoras de los principales clubes españoles, está compuesto por un sensor que se inserta sobre la piel y un transmisor con bluetooth que envía la preceptiva señal con los datos. Así, posibilita la monitorización continua de glucosa en tiempo real, sin recurrir a la punción en los dedos. Agiliza de ese modo la percepción del estado de salud de la deportista y eleva las garantías sobre su buena salud en momentos de máximo esfuerzo físico.

Por otra parte, las ya mencionadas alertas delatan de inmediato cualquier valor no deseado en la aplicación de seguimiento, que envía la información que se obtiene de los diferentes resultados a un número máximo de cinco familiares -y en este caso también entrenadoras-, reforzando así la confianza de la propia deportista, que puede concentrarse en su actuación.