Fiestas sin rumbo

Rubén Nóvoa Pérez
Rubén Nóvoa DESDE MI BARRIO

OURENSE

30 jun 2019 . Actualizado a las 09:00 h.

El nuevo concejal de Cultura de Ourense, el edil de Democracia Ourensana Mario González, tiene trabajo por delante. Hoy se cerrarán las Festas de Ourense y un año más lo harán sin pena ni gloria. La edición de transición, que elaboró el PP y que ejecutó DO todavía sin haber tenido tiempo para tomar las medidas a los despachos de la consistorial, ha quedado descafeinada. Las actividades de calle brillaron por su ausencia y clásicos como el mercado medieval, la batalla de flores o las furgonetas gastronómicas se quedaron por el camino de la burocracia. Las fiestas de verano de la ciudad no carburan. El único punto de partida es el de la política de conciertos. Los gratuitos en la Praza Maior tienen tirón año tras año y los de pago en Expourense también funcionaron bien. A partir de ahí, todo lo demás es construir. Lo primero pasa por definir qué tipo de fiestas quiere Ourense. El nuevo alcalde dijo por activa y por pasiva que su apuesta pasaba por potenciar el San Martiño y trasladar los festejos principales de la ciudad a esa época del año para crear una identidad festiva, similar a la que hay en Lugo con San Froilán. Queda por ver si la propuesta se convierte en realidad y si eso supone eliminar las de verano, algo que el nuevo edil no confirmó. Sea cual sea la decisión política, Ourense no puede seguir a piñón fijo con las fiestas un año más. La partida de dinero que se destina a ella es lo suficientemente considerable como para replantearse la política festiva. No es cuestión de tirar el dinero. Tampoco se puede mirar hacia otro lado con el tema de las barracas. No tiene ningún sentido cortar una de las principales entradas de la ciudad para instalar apenas una veintena de atracciones que tendrían acomodo en cualquier otro posicionamiento que no supusiera un golpe al tráfico rodado de la ciudad durante diez días. Tampoco es entendible la limitada oferta infantil del programa. En definitiva, que el nuevo edil tiene una excelente oportunidad para poner de una vez por todas las Festas de Ourense en el mapa, sea en noviembre o sea en junio.